ECONOMIA: TECNOLOGIA

Inteligencia Artificial: la construcción del Futuro y el riesgo de Amenaza Existencial

Un mundo en permanente cambio, sujeto a turbulencias tecnológicas y a las dificultades...

12 de Marzo de 2024

 

Un mundo en permanente cambio, sujeto a turbulencias tecnológicas y a las dificultades llamadas a emerger de la transición resultante. Este bien podría ser el párrafo inicial de un análisis cuya meta sea aproximarse a las implicancias de la Inteligencia Artificial (IA). La misma puede definirse, a grandes rasgos, como aquella vertiente de la ciencia informática centrada en el diseño e implementación de sistemas capaces de realizar tareas que normalmente demandarían intervención humana. En esta suerte de nueva e inabarcable revolución postindustrial, esas tareas pueden incluir el aprendizaje, la toma de decisiones, el reconocimiento de voz, la traducción de idiomas, la percepción visual y la resolución de problemas complejos.

Inteligencia Artificial y Amenaza
Hoy, la IA es empleada en una amplia variedad de campos, desde la medicina y la ingeniería hasta las finanzas y el entretenimiento. A medida que la tecnología avanza, se incrementarán las probabilidades de que el público asista como testigo a un uso todavía mayor de la inteligencia artificial en el quehacer diario.


Este fenómeno, que hoy llama poderosamente la atención tanto en el concierto tecnológico como en el social, ha disfrutado de un crecimiento explosivo en los últimos pocos años, consignando significativos avances en rubros variopintos; entre éstos, valdrá la pena mencionar:

 
- La IA Generativa (IAG): en su edición anual más reciente, el estudio de opinión Global McKinsey ha corroborado el crecimiento explosivo de las herramientas de IA generativa. Estas evidenciaron un rápido debut menos de un año atrás, y ya son empleadas con frecuencia por un tercio de las organizaciones encuestadas (en al menos una función organizacional).
 
- La IA Neurosimbólica: Los investigadores Artur d’Avila Garcez y Luis Lamb han descrito a la Inteligencia Artificial Neurosimbólica como la tercera ola de la IA. En rigor, esta novedosa variante investigativa patrocinada por IBM porta la meta de lograr que la inteligencia artificial pueda, en poco tiempo más, reconocer símbolos; asimismo, asignarles un significado lógico y semántico.
 
- Las Redes Generativas Adversarias (GANs): Las denominadas GANs remiten a un modelo de aprendizaje automático utilizado para generar datos que se asemejan a los datos de entrada (input, en referencia al ecosistema Machine Learning). Aplicaciones: la generación de imágenes dotadas de extremo realismo -indistinguibles de ilustraciones detalladas-, llegando a la creación de temas musicales.
 
- El bot GPT-4: Se espera que GPT-4, la última versión del modelo de lenguaje natural de OpenAI, vea su alumbramiento durante los próximos noventa días. La variante algorítmica de referencia promete un mundo de remarcables mejoras en la generación de texto; en consecuencia, las aplicaciones bajo ponderación son obvias: destacando la generación automática de contenidos, por principio.

Aún en rubros no imaginados previamente, la IA comienza a consolidar un mundo de contribuciones apreciables. Por ejemplo, en astronomía, el empleo de algoritmos con base en IA ha optimizado la primera imagen obtenida de un agujero negro; la dimensión del detalle aportado por la IA en este caso ayudará notablemente en la investigación científica del universo. En paralelo, las autoridades chinas informaron recientemente que el robot desplegado por Pekín en suelo marciano utiliza IA para la exploración de la superficie de ese cuerpo celeste.
 
Por momentos, parece prematuro evaluar el modo en que la citada colección de avances -y de otros que vendrán- impactará en una multiplicidad de industrias. Como es lícito imaginar también, la cadencia de los avances dará lugar a la formulación de no pocas preguntas y desafíos en relación a la ética que habrá de regir a la inteligencia artificial.


En tal virtud, sería sensato prestar la debida atención a los comentarios compartidos por voces autorizadas en la materia. El desaparecido físico Stephen Hawing, por ejemplo, adelantó sus preocupaciones al respecto; Hawking señaló que, al alcanzar eventualmente los algoritmos basados en IA la sofisticación crítica para automejorarse, este desarrollo podría desencadenar una 'explosión de inteligencia' cuya resultante superaría holgadamente a las capacidades de la especie humana.

De igual modo, se han conocido advertencias adicionales -emparentadas con el riesgo de extinción a cuenta de la superinteligencia tecnológica, con el empleo malintencionado (ciberataques con potencial para desatar caos en infraestructuras nacionales críticas), y similares. Otros reparos que también habrán de atenderse se vinculan con la capacidad de la IA para desencadenar un proceso histórico de desempleo masivo -esto es, convirtiéndose numerosas profesiones desempeñados por humanos, de la noche a la mañana, en cosa del pasado.