POLITICA ARGENTINA: SERGIO JULIO NERGUIZIAN

La Tesis Schiaretti: el sueño del 'país normal'

El televidente argentino está agobiado: el bombardeo de spots de la campaña política...

08 de Octubre de 2023

 

El televidente argentino está agobiado: el bombardeo de spots de la campaña política en curso emite señales en las que el texto es fagocitado por la reiteración, y sobrevive el mensaje. Es decir, el efecto buscado detrás del asedio hipnótico: la instalación de un concepto residual en los pliegues del cerebro receptor.

Estado ineficiente, ANSES, Seguridad Social, Reforma del Estado
Uno de los candidatos sobrevivientes al filtro de las PASO, el Gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, afirma -con énfasis-: 'Argentina no tiene un problema ideológico. Tiene un problema de eficacia en la gestión'. De inmediato, recuerda los fallidos ensayos precedentes: aquellos que agigantaron o achicaron al Estado en demasía, y propone un país 'normal'. Un estudio en profundidad del breve spot daría para producir un nutrido volumen de trescientas páginas. No temas, caro lector: nos limitaremos a compartir apenas algunos apuntes.

1. El Gobernador tiene a su izquierda al peronismo-kirchnerismo y a la izquierda dogmática: ambos postulan un Estado interventor-regulador de las relaciones capital-trabajo con dintintos niveles de profundidad. Uno ha escrito la historia política de los últimos setenta años, y el otro carece de experiencia histórica en el ejercicio formal del Poder. A su derecha, el liberalismo que llamaremos provisoriamente 'clásico' y el anarco-capitalismo. El primero tuvo activísmo rol como fuerza orientadora de gobiernos democráticos y autoritarios, mientras que el otro es la Bestia Negra que, sin rodaje en la historia, amenaza el equilibrio tradicional aborigen. La novedad de la tesis schiarettiana consiste en negar el carácter ideológico de la crisis argentina y postular que la solución estriba en aplicar cierto sentido común, a fin de concretar una gestión exitosa.

2. Ahora, bien; toda sociedad humana es susceptible de ser estudiada como una organización del Poder. Esto implica: su régimen de producción y distribución de recursos económicos, las vías de acceso al control político, el monopolio o la dispersión del uso de la violencia, el rol de la religión, las relaciones interpersonales o los niveles de restricción o libertad sexual -entre otros aspectos igualmentes valiosos. Así entendido, toda sociedad puede ser descripta desde lo ideológico y a partir de sus crisis, de su prosperidad o de su decadencia; estos ítems pueden ser explicados; es decir, racionalizados. De tal sueret que resulta lícito concluir que la Argentina sí tiene un problema ideológico, en tanto que su actual postración es resultado de la confrontación de fuerzas contradictorias que han fracasado en su intento de construir un sistema más o menos estable de convivencia. Desde una posición extrema, se ha llegado a afirmar que la historia argentina puede ser leída como la de una guerra civil intermitente.

3. Es probable que el Gobernador no haya tenido tiempo ni interés en solazarse con estas meditaciones. Seguramente, algún comunicador creyó necesario cortar el nudo gordiano en el que ha venido a enredarse la sociedad argentina (al decir de Domingo Faustino Sarmiento) e instar a su candidato a negar la evidencia, a sabiendas de que el costo tiende a cero. Sin dudas, existe un sector del electorado que cree, ingenuamente, que los problemas pueden resolverse aplicando el siempre vago e impreciso sentido común, el mismo que le permitiera a Oscar Wilde construir su célebre ironía. La idea central del spot pretende despolitizar la salida al drama nacional, usufructuando el difundido hartazgo que sus actores han producido en buena parte de la opinión pública. Desde luego que, curiosamente, uno de los candidatos con chances ha levantado la denuncia de los delitos y torpezas de la casta política con innegable éxito, pero desde un impreciso libertarismo maximalista.

4. La proposición de que el eficientismo puede desarmar la trampa en la que permanece atrapada la Nación, ya fue probada durante la administración de Carlos Saúl Menem, un peronista que procedió a desmontar el sistema inoperante de empresas públicas y que concluyera trágicamente durante el mandato del Ejecutivo que le sucedió. No está demás recordar que el candidato del anarco-capitalismo considera a Menem el mejor Presidente de la historia reciente, y a su ex Ministro de Economía como el más brillante del siglo.

5. En el paraíso schiarettiano, la solución pasa por corregir variables macroeconómicas. La reducción del déficit fiscal requerirá de un severo plan de austeridad y de un instrumento esencial: la independencia del Banco Central. Su preocupación por la autonomía del Central lo ha llevado a la inconcebible propuesta de que la legislación entregue el manejo del agente financiero del Estado a la fuerza opositora del gobierno de turno. Las relaciones capital-trabajo se resolverían a través de una reforma moderada de la legislación laboral. El remanente del plan de gobierno consistiría en una adecuación de las variables de la economía. Esto es, proceder con una actualización que en los hechos pretende ser una tercera vía, una suerte de atajo que resuelve el problema clave del rol del Estado -tal como lo entienden sus colegas situados a ambos lados de su postura mediadora.

6. La negación del carácter ideológico del drama argentino es, en sí mismo, una potable idea de marketing electoral. Los spots no tienen por objetivo decir verdades, ni esclarecer enigmas: pretenden sencillamente convencer; en definitiva, sumar opiniones favorables a la propuesta ofrecida. A la hora de seducir, la gama de recursos es tan amplia en política como en materia de relaciones interpersonales. Por lo tanto, deviene en legítimo (no se observa objeción ética evidente) afirmar que una gestión inteligente puede ser alternativa a la decadencia vernácula, entendiendo por inteligente la capacidad de encontrar solución a situaciones nuevas. En consecuencia, la coherencia del discurso requiere dar por hecho el carácter inédito de la coyuntura presente, y precisar alternativas novedosas. Llegado a este punto, el Gobernador plantea -sin decirlo- la paradoja crucial: el concierto no registra antecedentes; por lo tanto, la solución consiste en abandonar el diagnóstico ideologizante que ha venido acumulando fracasos desde hace décadas, y declarar que toda la cuestión pasa por alcanzar un grado superior de eficiencia del aparato estatal. Acto seguido, la gran apuesta innovadora consiste en abandonar la ilusión ya fallida de intentar una salida desde lo ideológico. De modo también curioso, desde el anarco-liberalismo se postula abandonar los modelos y los actores hasta hoy ensayados y conocidos, por cuanto nada puede ya esperarse 'de los que ya han fracasado' ni esperar soluciones 'aplicando las recetas que nos han llevado a la frustración'. Uno resuelve el problema del atraso argentino negando el conflicto ideológico, mientras que el otro propone demoler el modelo, sustituyéndolo por un fundamentalismo de mercado como epígono de la exaltación de la libertad.

Los proximos días serán ricos en acontecimientos. Entre escándalos, pobreza de propuestas y candidatos sin el angélico carisma, el país parece otra vez acercarse a un cruce de avenidas.

Una reflexion borgeana podría operar como precario bálsamo cuando, de alguien, suele decirse: 'Como a todos los hombres, le tocaron días difíciles para vivir'.


 
Sobre Sergio Julio Nerguizian

De profesión Abogado, Sergio Julio Nerguizian oficia de colaborador en El Ojo Digital (Argentina) y otros medios del país. En su rol de columnista en la sección Política, explora la historia de las ideologías en la Argentina y el eventual fracaso de éstas. Sus columnas pueden accederse en éste link.