Sismo en Taiwán: 7,4 grados de conmoción
Este 2 de abril, Taiwán fue sacudido por un potente terremoto; el sismo registró una magnitud de 7.4 grados...
03 de Abril de 2024
Este 2 de abril, Taiwán fue sacudido por un potente terremoto; el sismo registró una magnitud de 7.4 grados en la escala Richter, consignando el movimiento telúrico más potente padecido por la isla en veinticinco años. Las autoridades locales señalaron como epicentro del fenómeno a una locación situada a, aproximadamente, dieciocho kilómetros al sur de la ciudad de Hualien.
El sismo provocó daños significativos, entre cuyos desarrollos se evidenció la presencia de construcciones inclinadas en el condado de Hualien. Adicionalmente, fueron emitidas alertas de tsunami para la isla en su totalidad, y aún para el cuadrante meridional del Japón (aunque poco después las advertencias fueron descartadas). Llegaron a observarse olas de casi medio metro de altura en Chenggong (Taiwán), a un centenar de kilómetros del sector señalado como epicentro.
La perturbación afectó, asimismo, a la industria de semiconductores de Taiwán; el país desempeña un rol crítico en la producción mundial de estos ítems -necesarios para la fabricación de todo tipo de maquinarias, aún de vehículos e insumos industriales-. De aquí que la preocupación sobre las consecuencias sobre el sector haya cobrado particular magnitud, en tanto habrá de evaluarse el impacto en el mismo -naturalmente, con su consiguiente proyección internacional. Durante este miércoles, se informó que TSMC, la firma de mayor peso en la industria de semiconductores global,interrumpió brevemente su producción en algunas de sus instalaciones.
Por estas horas, las autoridades taiwanesas y las agencias de asistencia, junto con defensa civil, trabajan para evaluar extensivamente el alcance total de los perjuicios, brindando apoyo a los afectados. Complementariamente, distintos equipos de rescate se esmeran para hallar personas desaparecidas entre los escombros. De momento, el saldo oficial ha reportado el deceso de nueve ciudadanos, y algo más de novecientos heridos. La estadística oficial ha informado de veinticuatro deslizamientos de tierra, daños estructurales provocados a 35 autopistas y túneles. Una colección de islotes deshabitados, por su parte, terminaron sumergidas en el mar.
Más allá del desastre natural, cabe recordar que Taiwán se encuentra entre las naciones más preparadas para lidiar con terremotos: se conoce de sumamente estrictos códigos de construcción, el diseño de una red de prevención y alerta sismológica temprana de primera magnitud (la cual data del año 1980), y remarcables campañas de educación pública sobre seguridad ante este tipo de acontecimientos.
Geólogos y entendidos en la materia han consignado que Taiwán se asienta en la confluencia de las placas filipina y eurasiática, lo cual explica la recurrencia de movimientos telúricos en la isla. La agencia doméstica de monitoreo declaró una magnitud de 7,2 para el fenómeno, mientras que el USGS estadounidense reportó una discrepancia, estimándolo en 7,4 grados.
Específicamente, las autoridades gubernamentales taiwanesas solicitaron a los residentes que tuvieran a bien revisar la probable existencia de fugas de gas; acto seguido, procedieron con la evacuación de estudiantes de escuelas primarias y secundarias, proveyéndolos de cascos de seguridad de color amarillo.