INTERNACIONALES: MIKE GONZALEZ

Sobre la cercanía entre la Casa Blanca y Lula, el autoritario presidente brasileño

La condescendencia que demuestran con Inácio Lula Da Silva la Administración Biden y sus aliados en el Congreso...

05 de Abril de 2024

 

La condescendencia que demuestran con Inácio Lula Da Silva la Administración Biden y sus aliados en el Congreso de los Estados Unidos está dejando de ser desconcertante, para convertirse en una realidad perjudicial para los intereses nacionales estadounidenses. Lula es un enemigo de Estados Unidos, y se muestra ansioso por incrementar la presencia de China en el hemisferio sur. ¿Por qué actúa de esta manera la Administración americana?
 
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'Ven a Bolsonaro como a un Trump al sur de la frontera', me ha confiado un miembro del Congreso, refiriéndose a Jair Bolsonaro, ex presidente de Brasil y opositor a Lula en los comicios de 2022. Los presidentes Bolsonaro y Trump comparten personalidades similares y, de hecho, establecieron una colaboración ciertamente estrecha cuando ambos lideraban las dos democracias más pobladas del continente.
 
Ahora, bien; ¿es ese motivo suficiente para subvertir los intereses de los Estados Unidos? La última medida de la que ha salido indemne el gobierno cada vez más autoritario de Lula se produjo este mismo mes, cuando la Comisión de Derechos Humanos Tom Lantos – cuyo nombre se debe al difunto representante californiano por su conocida inclinación al consenso –, de la Cámara de Representantes, canceló de pronto una audiencia programada, sobre temas de su incumbencia, con líderes de la oposición, periodistas y activistas brasileños. Fue James McGovern (Demócrata por Massachusets), el vicepresidente de la Comisión, quien tomó la medida, sumamente desacostumbrada, de suspender la audiencia.
 
La composición de esta Comisión resulta excepcional en el Capitolio. Estatutariamente, es de naturaleza no partidista y tiene dos vicepresidentes, en lugar de uno perteneciente a la mayoría, como sucede con el resto de los comités.
 
El gabinete del parlamentario McGovern ha rechazado la sugerencia de que se suspendiera la audiencia con el objetivo de encubrir a Lula, alegando que los Republicanos habían invitado como testigo a Gustavo Gayer, miembro del congreso brasileño. 'Resultaba inusual, y sin precedentes, el invitar a declarar a un legislador en ejercicio', nos consignó un empleado de la oficina de McGovern. Los Republicanos respondieron que era algo que ya había sucedido en el pasado.
 
Lo que está claro es que se trató de una oportunidad perdida, conforme la audiencia habría atraído tanta atención que podría, incluso, haber frenado el abuso de poder de Lula. Los brasileños han quedado claramente descontentos con McGovern y se llevaron la impresión de que Da Silva había vuelto a contactar con sus amigos en Washington para impedir que se revisara exhaustivamente su historial. Según un funcionario brasileño, Lula y su equipo suelen estar en contacto con políticos estadounidenses de la izquierda, citándose por caso a Bernie Sanders.
 
La cancelación se produjo en el último minuto, después de que unos cincuenta ciudadanos brasileños, incluidos varios miembros del legislativo de ese país, se trasladaron a Washington, D.C. para brindar testimonio. También iba a actuar como testigo Andrés Martínez, experto en América Latina de la Heritage Foundation.
 
Uno de los brasileños llamados a declarar, el periodista Paulo Figueiredo Filho, escribió en la red social X el pasado 8 de marzo: 'Para mi sorpresa, ayer recibimos una llamada anunciando que el parlamentario Jim McGovern había cancelado la audiencia y la había pospuesto sine die. Aún peor: el gabinete del representante Chris Smith (Republicano de Nueva Jersey) expresó su perplejidad dado que nunca se había rechazado de esta manera una simple audiencia'.
 
De tal suerte que los brasileños se vieron forzados a ofrecer una rueda de prensa al aire libre frente al Capitolio el 12 de marzo, en un cuadrante conocido como House Triangle, con Chris Smith, el otro vicepresidente de la Comisión, que arremetió contra el historial de Lula.
 
'Desde finales de 2022, los brasileños han sido objeto de violaciones de derechos humanos cometidos a gran escala por funcionarios brasileños', afirmó Smith ante la multitud congregada para asistir a la rueda de prensa. 'Las violaciones de derechos documentadas o denunciadas de manera creíble en Brasil -prosiguió- incluyen la manipulación política de los procedimientos legales para perseguir a la oposición, incluído el encarcelamiento de figuras de la oposición bajo acusaciones espúreas; violaciones de la libertad de expresión y de la libertad de prensa, sin descartarse la persecución de periodistas, el silenciamiento de los medios de oposición y la prohibición de acceso a las redes sociales a determinadas personas. También se están promulgando leyes de censura apenas disimuladas, que pretenden combatir la llamada desinformación, y se están llevando a cabo numerosas violaciones del Estado de Derecho, e irregularidades judiciales'.
 
Eduardo Bolsonaro, hijo del ex presidente y legislador desde el año 2015 (oportunidad en la que cosechó más votos en su reelección de 2018 que cualquier otro legislador en la historia de la nación sudamericana), también se trasladó hacia los Estados Unidos, y habló frente al Capitolio.
 
'Mi país corre peligro de convertirse en una nueva Cuba o en otra Venezuela', advirtió Bolsonaro, citando los dos peores casos de violacioones de derechos humanos y de corrupción en el hemisferio sur. 'El ridículo supera todos los límites', subrayó después, al explicar cómo su padre fue investigado por acosar -supuestamente- a una ballena jorobada mientras iba montado en una moto acuática frente a la costa del Estado de Sao Paulo, en junio de 2023.
 
Al igual que el presidente estadounidense Donald Trump, el padre de Bolsonaro ha sido objeto de una serie de cargos e investigaciones. El gobierno de Lula le ha retirado el pasaporte. El propio Figueiredo ha sido víctima del descenso de Brasil hacía la oscuridad. El mencionado, una de las personalidades televisivas más prominentes de Brasil y nieto de un ex jefe de Estado, ha sido expulsado de redes sociales, lo que le significó perder 1,5 millones de seguidores. El Estado le ha confiscado el pasaporte, y ha procedido con el congelamiento de todas sus cuentas bancarias.
 
La Administración Biden no sólo no ha condenado a Lula; lo ha respaldado. Biden se comunicó por vía telefónica con Da Silva, apenas 45 minutos después de que ganara los comicios con el 50,9 por ciento de los votos frente al 49,1 por ciento de Bolsonaro, tras llevarse a cabo las elecciones del 31 de octubre de 2022 -resultados que fueron severamente cuestionados por la oposición.
 
'¿Y cómo ha correspondido Lula da Silva a todos estos gestos de apoyo?', preguntó Figueiredo en la rueda de prensa. 'Ha ido en contra de todos los intereses estadounidenses a escala mundial, alineando a Brasil con Hamás, Venezuela, Cuba, Rusia, Irán y por supuesto, China. Bajo su liderazgo de los BRICS (el grupo de países encabezado por Brasil, Rusia, Irán, China y Sudáfrica), Brasil ha trabajado activamente con China para poner fin al dominio del dólar como divisa del comercio internacional'.
 
La Administración Biden se ha ganado la reputación de apoyar a líderes extranjeros como Lula, pero también de enemistarse con otros que se identifican con los valores tradicionales estadounidenses, como Javier Milei en la Argentina, Víktor Orban en Hungría, Bibi Netanyahu en Israel y Santiago Peña en la República del Paraguay.
 
Lo cierto es que fomentar el antiamericanismo por mezquinas disputas ideológicas no es la mejor política exterior.


Artículo original, en inglés

 

Sobre Mike González

Es vicepresidente de comunicaciones en la Fundación Heritage (Washington, D.C.), y periodista con veinte años de trayectoria, habiendo reportado desde Europa y Asia. Durante la Administración del ex presidente estadounidense George W. Bush, asistió en temas fiscales y de política exterior en audiencias dentro de Estados Unidos y en el exterior, inicialmente en la Securities and Exchange Commission (SEC) y luego en el Departamento de Estado.