A pesar de que la preocupación es que los gobiernos podrían no manejar sus cargas fiscales únicamente con una mutualización limitada de sus deudas, yo veo el problema desde otra perspectiva...
El presidente de EE. UU. y su equipo han estado culpando a “los vientos en contra de Europa” por algunas de las penalidades de la economía de Estados Unidos. Pero lo cierto es que las normativas impulsadas por Washington y Atenas son aterradoramente parecidas y sus resultados no son buenos para ninguno de estos países...
El movimiento contra la austeridad se encuentra en pleno apogeo luego de las elecciones en Francia y Grecia. Mientras tanto, en EE.UU., los defensores de más gasto público insisten en que la debacle europea demuestra que se deben revertir los esfuerzos por reducir la deuda y el déficit.
Estos son tiempos difíciles para la Unión Europea (UE), sin embargo, con la excepción del temperamental primer ministro de Hungría, pocos líderes de Europa Central y del Este están dispuestos a hablar sobre los intereses nacionales en el contexto del proyecto europeo.
Mariano Rajoy del Partido Popular (PP) llegó al poder prometiendo no enfrentar la crisis con alzas de impuestos como lo había hecho el gobierno de Zapatero pero lo primero que hizo fue romper esa promesa.