Argentina: sin liderazgos ni programas, entran a jugar la resignación y el hastío
Desde el retorno en 1983 a la práctica democrática, jamás se vivió una orfandad en términos de candidaturas...
Desde el retorno en 1983 a la práctica democrática, jamás se vivió una orfandad en términos de candidaturas...
La propaganda ha sido mucha y muy fuerte para convencer que los gobernantes están rodeados de un halo de magnificencia inigualable. De allí es que se autodenominan “su majestad”, “el excelentísimo”, “la honorable” y demás adjetivos que rebalsan de pomposidad y grandilocuencia. De allí las reverencias, saludos serviles, venias, trompetas, alfombras coloradas y demás parafernalia.