Mientras Cristina se despide definitivamente de los sectores medios, Aníbal Fernández camina hacia el patíbulo: el kirchnerismo talibán pide su cabeza
A la Presidente de la Nación todo parece salirle decididamente mal. Tal como sucediera con la explotación propagandística de su nuevo rol de viuda -de muy corta duración-, ahora los tristes episodios de Villa Soldati hacen añicos sus intenciones de acercarse con su discurso a la clase media. Pero al Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, le acecha un destino aún peor: los sectores duros del oficialismo lo han elegido para convertirlo en la María Julia Alsogaray de la Era Kirchner. Ciertos núcleos de halcones ya trabajan con presteza para obligarlo a cargar con los cadáveres del Parque Indoamericano.