Terminen de una vez... con nuestras vidas
Ni siendo Dios... les tendría miedo... Y los iré a encarcelar... si puedo hacerlo. A nadie anima ya... para quererlos... el Cielo... que le tengan prometido... Ni le mueve... el infierno tan temido... para dejar, por ello, de ofenderlos. G.B. (Perdón, San Juan de La Cruz, por corregirte)