Los delitos del Príncipe: la trata de personas con fines políticos
Con los cabeceos del micro destartalado y atestado de gente, vienen a Nelba los recuerdos de aquellos caminos de su altiplano boliviano, y sus ojos cerrados le acercan paisajes, mientras resuman aromas sus recuerdos. Los ojos cerrados de Nelba sonríen.