ESTADOS UNIDOS: POR BRETT SCHAEFFER Y JAMES PHILLIPS

Cómo debería responder Estados Unidos al surgimiento de un Estado Palestino en Naciones Unidas

Resumen: En septiembre de 2011, la Asamblea General de la ONU tiene previsto votar sobre una resolución que reconozca la creación de un Estado palestino. Esta resolución se encuentra vinculada a las iniciativas palestinas para lograr ser miembro de la ONU como un Estado y luego deslegitimar a Israel.

15 de Septiembre de 2011

Estas iniciativas no tendrán ningún valor jurídico porque la Asamblea General no está facultada para reconocer la condición de Estado –que es un derecho de los Estados soberanos– ni la concesión de ser miembro de la ONU, sin previa recomendación del Consejo de Seguridad, algo que Estados Unidos ya ha anunciado que vetará. Pero esto socavará los intereses de Estados Unidos al aumentar la tensión y perjudicará las iniciativas para resolver los temas de paz y seguridad internacionales en el conflicto palestino-israelí. Estados Unidos debería adoptar medidas para oponerse a los intentos palestinos de lograr el reconocimiento internacional a expensas de Israel, en vez de lograrlo a través de negociaciones con el propio Israel.

La Asamblea General de la ONU tiene previsto votar en septiembre de 2011 una resolución reconociendo un Estado palestino. [1] La iniciativa es claramente un intento por parte de los palestinos para aislar y presionar a Israel a hacer concesiones en las negociaciones de paz. Como el presidente palestino Mahmud Abás afirmó, la Autoridad Palestina está decidida a buscar el reconocimiento de la ONU a menos que Israel comience las negociaciones sobre una “base considerable” [2]. Debido a que la gran mayoría de los 192 miembros de la ONU probablemente apoyarán la resolución [3], los palestinos tienen la esperanza de que la votación le dará legitimidad a sus reinvindicaciones para convertirse en Estado y posiblemente, miembro de la ONU al mismo tiempo que fortalecen las iniciativas árabes y musulmanas para deslegitimar a Israel.

Sin embargo, tal votación complicaría aún más la situación y socavaría las perspectivas de paz, haciendo creer así a los palestinos que no es necesario negociar con Israel. El presidente Barack Obama también ha expresado esta opinión:

    Para los palestinos, las iniciativas por deslegitimar a Israel terminarán en fracaso. Acciones simbólicas para aislar a Israel en Naciones Unidas en septiembre no crearán un Estado independiente. Los líderes palestinos no lograrán ni la paz ni la prosperidad si Hamas insiste en un camino de terrorismo y rechazo. Y los palestinos nunca harán realidad su independencia negando el derecho a existir de Israel [4].    

Independientemente de la votación de la Asamblea General, las tácticas palestinas parecen haber fortalecido el empeño de Israel. También ha galvanizado el apoyo de Estados Unidos a Israel, a juzgar por las dos docenas de ovaciones en pie que el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu recibió durante su discurso en firme defensa de Israel ante una sesión conjunta del Congreso en mayo [5].

Perdido en el debate sobre las implicaciones políticas del voto, la pregunta práctica es qué efecto tendría la votación en la Asamblea General sobre las aspiraciones de crear un Estado palestino y ser miembro de la ONU. Parece haber una presunción de que la votación tendría algún efecto legal significativo en la creación de un Estado palestino o en sus aspiraciones de convertirse en miembro de la ONU, pero no hay ninguna base para esta suposición.
 
Palestina en las Naciones Unidas

La historia entre Naciones Unidas y Palestina se remonta a una de las decisiones más tempranas y más controvertidas de la ONU: la aprobación de la Resolución 181 de la Asamblea General de 1947 apoyando la creación de Israel mediante la partición del Mandato Británico de Palestina, forjado a raíz de la derrota del Imperio Otomano tras la Primera Guerra Mundial.

La ONU ha estado intensamente involucrada en la región y las consecuencias de esta decisión, desde entonces, incluyen servir como un foro de innumerables discusiones, resoluciones y otras deliberaciones. La naturaleza altamente politizada de este problema ha llevado a Naciones Unidas a dedicar una cantidad desproporcionada de tiempo, recursos y atención a numerosas iniciativas de los países árabes y musulmanes que critican a Israel y cuestionan su legitimidad y sus acciones.

La ONU también ha tomado singulares medidas para apoyar y discutir temas relacionados con los palestinos. En 1949, la ONU creó la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), un organismo internacional independiente enfocado exclusivamente en el apoyo a los refugiados palestinos y sus descendientes. En cambio, las iniciativas de la ONU para ayudar a los refugiados en cualquier otra situación en el mundo son canalizadas a través de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. La ONU también ha establecido varios organismos específicos dedicados a la problemática palestina, incluyendo el Comité para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino en 1975 y el Comité Especial para Investigar las Prácticas Israelíes que Afecten los Derechos Humanos del Pueblo Palestino en 1968. También ha establecido un Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino en 1977. Ningún otro grupo étnico o nacional recibe tanta atención especial dentro del sistema de la ONU como la que reciben los palestinos.

En 1974, la Asamblea General aprobó la Resolución 3237, concediendo a la Organización de Liberación Palestina (OLP), la condición de observador en la ONU como representante del pueblo palestino, a pesar de sus orígenes como una organización militante y de su papel protagonista en un número de atentados terroristas contra Israel. La Carta de la ONU no prevé la condición de observador, pero la Asamblea General ha concedido tal condición a una serie de países no miembros, muchos de los cuales posteriormente han solicitado y han conseguido ser miembros de la ONU. El estatus de observador también se ha concedido a organizaciones internacionales, aunque con menor categoría que gobiernos no miembros.

Debido a que no está incluido en la Carta, la condición de observador es en su totalidad un constructo de la praxis de la Asamblea General y se concede a través de una resolución de la Asamblea General. Normalmente, los observadores de la ONU tienen un asiento en la Asamblea General y pueden hablar en sus reuniones, pero no pueden votar. La Asamblea General ha concedido privilegios adicionales a ciertos observadores, incluida Palestina. En 1988, a la OLP se le concedió el privilegio de contar con sus comunicaciones publicadas y distribuidas como documentos oficiales de la ONU y además fue designada formalmente como “Palestina” en vez de “Organización de Liberación Palestina”. En 1998, a Palestina se le concedieron aún más privilegios, incluyendo el derecho a participar en el debate general de la Asamblea General, el derecho de réplica, el derecho a ofrecer proyectos de resoluciones y decisiones sobre cuestiones de Palestina y Oriente Medio a votación, siempre y cuando sea copatrocinado por un Estado miembro de Naciones Unidas [6]. Además, Palestina ejerce su influencia al ser miembro del Grupo de Estados de Asia, la Comisión Económica y Social para Asia Occidental, la Liga de Estados Árabes, el Movimiento de Países No Alineados, la Organización de la Conferencia Islámica y el Grupo de los 77.

Debido a su reforzada condición de observador, Palestina ya goza de considerable categoría y privilegios en la ONU. De hecho, como símbolo de dicha mejorada condición, Palestina se sienta en el Salón de la Asamblea General inmediatamente después de los Estados no miembros en calidad de observadores, tales como la Santa Sede, pero antes de todas las demás organizaciones internacionales e intergubernamentales con calidad de observadores. De la única significativa categoría y privilegio que carece Palestina es de no tener el reconocimiento como gobierno no miembro, el poder de voto en la Asamblea General y la posibilidad de ser elegido para puestos reservados a los Estados miembros, como por ejemplo un asiento en el Consejo de Seguridad.

No obstante, los palestinos parecen estar dispuestos a presionar aún más, incluyendo entre ellas la búsqueda de un reconocimiento formal de Palestina como Estado por la Asamblea General, un estatus elevado como Estado observador no miembro y, posiblemente, miembro de la ONU.

 
¿Cómo se convierte un Estado en miembro de la ONU?


Los procedimientos y pasos para llegar a ser un Estado miembro de la ONU se establecen en el capítulo II de la Carta de la ONU: “La admisión de cualquier  Estado como miembro de las Naciones Unidas se efectuará por decisión de la Asamblea General a recomendación del Consejo de Seguridad”.

El reglamento de procedimiento de la Asamblea General sobre la admisión de nuevos Estados miembros (ver recuadro) y la resolución adoptada en 1947 confirman que un Estado miembro de la ONU no puede ser admitido sin una recomendación del Consejo de Seguridad de la ONU [7].
El entonces presidente de la Asamblea General Joseph Diess confirmó este procedimiento en una entrevista. Cuando se le preguntó si los palestinos podrían lograr ser miembros de la ONU si se veta una resolución del Consejo de Seguridad, Deiss respondió: “No. No”. “La Asamblea General no puede tomar la iniciativa, pero estamos listos para hacer nuestro trabajo tan pronto como una recomendación del Consejo de Seguridad sea propuesta”[8].

Por Brett Schaefer y James Phillips