Libia: La agenda americana deberá incluir el control de los arsenales de armas regulares y de destrucción masiva
A medida que se vaya aclarando la turbia situación en Libia, Estados Unidos deberá seguir centrado en el objetivo a largo plazo de ayudar a los libios a construir una Libia libre, estable, democrática que sea un país aliado contra los terroristas...
A medida que se vaya aclarando la turbia situación en Libia, Estados Unidos deberá seguir centrado en el objetivo a largo plazo de ayudar a los libios a construir una Libia libre, estable, democrática que sea un país aliado contra los terroristas. En el período inmediatamente posterior a la caída de Gadafi, Washington deberá seguir alerta para asegurarse de que los arsenales de armas químicas y otras armas peligrosas del régimen estén puestos bajo seguro con la mayor cooperación que sea posible con el nuevo gobierno de Libia para así evitar que caigan en manos de terroristas.
El régimen de Gadafi al parecer tenía unas diez toneladas de gas mostaza, mucho de este almacenado en un depósito de armas al sur de Sirte, cerca de la ciudad natal de Gadafi. Además del gas mostaza, el régimen también tenía grandes cantidades de precursores químicos necesarios para la producción de gas nervioso que seguía sin destruirse después de que Libia acordase en 2004 desmantelar sus armas de destrucción masiva. El régimen también se quedó con cientos de toneladas de torta amarilla de uranio, la materia prima de la que se podría producir finalmente el uranio enriquecido utilizado en un arma nuclear.
Otra prioridad fundamental es encontrar y poner bajo seguro armas tan peligrosas como los misiles antiaéreos MANPADS (Sistema de defensa aérea portátil). El ejército libio tenía grandes cantidades de misiles antiaéreos portátiles del tipo SA-7 de la era soviética, lo que podría plantear una amenaza significativa para las líneas aéreas comerciales, si se transfieren a grupos terroristas.
Ya que Estados Unidos y sus aliados están trabajando para contener las secuelas potencialmente peligrosas de la caída final de Gadafi, deberán cooperar lo más estrechamente posible con el Consejo Nacional de Transición de Libia. Esto deberá incluir la cooperación discreta y urgente en la búsqueda, obtención, y, finalmente, la eliminación del legado mortal del gobierno de Gaddafi para evitar así el reciclaje de su uso en los arsenales de grupos terroristas.