Carlos Soria: visionario... de su propio asesinato
Ocho días antes de que le perforaran el cerebro de un balazo, y a pocos días de haber asumido, el entonces gobernador de la Provincia de Río Negro se ocupó mágicamente de pensar en el alojamiento de la persona que sería -en suerte- su futura asesina.
Sus primeras palabras fueron difundidas en los diarios de Río Negro el día 23 de diciembre, y estuvieron dirigidas a preparar evangélicamente la cárcel a la cual debería ir a parar la persona que lo asesinara.
Pero, tal vez, esa sobredosis de agua bendita a las prisiones pareciera haber provocado una especie cerco protectivo para que tenga lugar un gran jubileo de asesinos, destripadores y otras yerbas, todos los cuales quedarían, desde ese momento, exentos de que los alcance el guante de la justicia... para llevarlos a esos calabozos.
Esto decía textualmente (y mágicamente) el diario: (primeras palabras de Soria como Gobernador)
23 de diciembre de 2011 | Actualidad | En esta Navidad
A pedido de Soria, religiosos visitarán unidades penitenciarias
La Secretaría General de la Gobernación y el Ministerio de Gobierno de Río Negro, a través de las Direcciones de Recursos Humanos y Relaciones Institucionales y el Servicio Penitenciario Provincial, han coordinado acciones para la realización de visitas y oficios religiosos en los centros penitenciarios de toda la provincia con motivo de las fiestas de fin de año.
La moción fue impulsada por el gobernador, Carlos Soria.
El gobernador de Río Negro, Carlos Soria, realizó una convocatoria abierta a todos los rionegrinos en su discurso inaugural, llamando a la participación e involucramiento de todos los sectores de la vida social para la contribución a la paz y la refundación de Río Negro.
Para ello, se ha convocado a los representantes de diversas iglesias para que durante los días 23 y 24 de diciembre en los centros penitenciarios de Bariloche, Choele Choel, Cipolletti, General Roca y Viedma, se realicen actividades y encuentros diversos, con el objetivo de llevar un mensaje de esperanza, dentro del marco del respeto a los derechos humanos y la dignidad de todas las personas privadas de su libertad.
Los jueces de aquella provincia seguramente descansan hoy en Punta del Este, otros se pasean en vehículos 4x4, llevándoles masas secas a las señoras sospechosas de asesinato. A otros se los percibe ausentes sin causa... Según todos ellos, no se debe siquiera molestar -ni hablarle- a una persona escandalosamente pegada y sospechada de asesinato, presuntivamente agravado por el vínculo.
No se la puede ni indagar, ni perturbar. Ni nada que le conmueva la paz de su hogar, sobre todo por estar muy conmocionada y estresada por la muerte de un familiar que estaba a un metro de ella cuando murió de un tiro en la cabeza... seguramente por culpa de una bala perdida de algún irresponsable.
Un arma, a su lado, aparentemente había sido usada para recibir el año 2012... con tiros al aire.
Y los restos de pólvora en la mano de esa dama no son prueba alguna, porque acaso la señora arrojó alguna bengala o bien hizo rulos en el aire... con una espiga de estrellitas.
Asesinaron a un gobernador de provincia en una habitación de 33 metros cuadrados. Donde no había nada más que una persona, además del muerto.
... Y todo, en aquella comarca, sigue alegremente su camino.
Más perfecta burla a la igualdad ante la ley sólo pudo verse en las manos ensangrentadas de Catalina de Médicis, durante la noche de San Bartolomé.
El Juez Juan Pablo Chirinos, compitiendo hoy con Poncio Pilatos hasta en sus vestiduras ridículas, probablemente pertenezca al mismo raro club de "Procusto"... aún cuando no porte anillo de brillantes.
Se lavó las manos, ya veinte veces, y luego convocó a psiquiatras, a psicólogos, a médicos del stress, a las farmacias de turno, a guardias que la protejan... y a los mejores delivery de comida de la zona.
Pero de indagatoria o de justicia, no se hable.
El difunto, pobre, araña el ataúd desde adentro... más perplejo por todo lo que sucedió después que por las causas que lo hicieron objeto de una emplomadura en la muela que erró su destino.
Se comenta que, en medio del delirio y la extravagancia, este juez piensa, además, convocar a una astróloga. Y acaso también a algún rabdomante, para verificar si los jueces de Río Negro (él incluído) tienen agua en el cerebro... lo cual podría dar parcial solución a la sequía de ese hermoso valle frutícola.
Por el Lic. Gustavo Adolfo Bunse, para El Ojo Digital Política
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