Provincia de Buenos Aires: desplazan a la cúpula de la Subsecretaría de Atención a las Adicciones (SADA), tras denuncia de Asociación Antidrogas

A consecuencia de las denuncias publicadas por Claudio Izaguirre (Asociación Antidrogas de la República Argentina) en nuestro medio (http://www.elojodigital.com/contenido/10408-en-febrero-cerraran-el-centro-de-prevencion-y-asistencia-de-lanus), el titular de la cartera de Salud, Dr. Alejandro Collia, procedió a la remoción casi inmediata de Gabriela Torres, otrora máxima autoridad del SADA (Subsecretaría de Atención a las Adicciones, GBA).

En una serie de escritos, Izaguirre dio cuenta de la frustración que aqueja al personal que se desempeña en los numerosos centros de atención dispuestos por la subsecretaría bajo mención en el distrito más populoso del país: destrato, cierre de espacios de tratamiento y rehabilitación y cesación de pago de alquileres y del salario de los empleados. Si acaso cupiere el calificativo de "empleados", en virtud de que el personal invierte incontables horas en tales centros, casi en calidad de "ad honorem". Atendiendo, primariamente, a la remarcable vocación de servicio que les ha caracterizado desde siempre.

La poco disimulada iniciativa para clausurar el espacio de atención a adictos sito en Lanús hizo las veces de efecto catalizador para las múltiples voces que apuntaban contra la gestión de la Licenciada Torres y sus subordinados. Transcurrieron varios meses sin que el personal destacado en los centros percibiera su sueldo, al tiempo que los presupuestos se veían reducidos con violencia. Hechos que tornaron al episodio en un verdadero calvario para los trabajadores.

Para peor, el asunto comenzaba a elevar la temperatura del hervidero político en que se encuentra inmerso el Gobernador Daniel Osvaldo Scioli: atacado permanentemente, y desde varios flancos, por el Gobierno Nacional, el conurbano bonaerense -capital nacional de la inseguridad- no hubiera resistido una semana si se hubiese completado la meta de clausurar más centros de atención para drogodependientes. Estos sufridos ciudadanos, que en muchos casos ni siquiera pueden contar con los mecanismos de contención de sus familias, solo podían recurrir a estos espacios y a sus dedicados profesionales en busca de apoyo sincero. El desmadre social se encontraba apenas a la vuelta de la esquina.

Por fortuna, primó la racionalidad. El Ministro y Doctor Alejandro Collia tuvo oportunidad de comprobar fehacientemente los desmanejos contabilizados en SADA y puso manos a la obra, descabezando a la cúpula. Por estas horas, fuentes bien nutridas destacan que podría nombrarse -en reemplazo de la Lic. Torres- a un renombrado miembro de la comunidad médica, con conocimientos profundos en temas de adicciones. Medida que los expertos sabrán recibir de buena gana, pues no existe un perfil que cuadre mejor con los roles y necesidades de la Subsecretaría. De todos modos, corresponde señalar que el organismo, en virtud de su importancia, debería obtener rango de secretaría y tener acceso a recursos financieros superiores. Prerrogativa deseable a nivel nacional para con SEDRONAR. Asimismo, cabe esperar que el radio de acción de SADA conduzca hacia una mayor sinergia entre el tratamiento de adicciones y la acción social, bajo la órbita del Ministro Baldomero Alvarez de Olivera.

Desde este instante, es menester ejercer una sana vigilancia respecto de los próximos capítulos que escriba la Gobernación de la Provincia de cara a la Subsecretaría. Aún resta solucionar la cuestión de los salarios y el pago pendiente de alquileres de los centros (no solo para el caso de Lanús).

Al menos por el momento, puede decirse que el nombramiento de nuevas autoridades constituye un respiro para el personal dedicado a la atención de adictos y su entrañable vocación de servicio. Y, desde luego, quienes reciben tratamiento y contención en tales espacios serán los primeros en celebrar: se espera que ellos puedan seguir siendo recibidos en las dependencias especializadas para tal fin.

Finalmente, el citado ejemplo sirve para ilustrar cómo la prensa -ejercida responsablemente- y el seguimiento realizado por organizaciones no gubernamentales (como la Asociación Antidrogas, en este caso) pueden conducir a la obtención de respuestas positivas de parte de la dirigencia política. Dirigencia que, en ocasiones, responde.


Por Matías E. Ruiz, Editor
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