Dos mitos sobre la crisis europea
Hay dos mitos sobre la crisis económica de Europa que van ganando cada vez mayor espacio en los medios.
Gabriela Calderón es editora de ElCato.org, investigadora del Cato Institute y columnista de El Universo (Ecuador).
Mito 1: Al leer la prensa y escuchar a los políticos, usted podría llevarse la impresión de que Europa y EE.UU. están implementando programas agresivos de austeridad. Pero si vemos las cifras de gasto público para la Eurozona y para EE.UU. notaremos que el gasto público aumentó cada año entre 2007 y 2010.1 No solo que no se redujo en cantidad absoluta sino que tampoco se redujo el gasto público como porcentaje del PIB e incluso en varios casos aumentó.2 Solamente Grecia, Portugal, Irlanda y España redujeron su gasto en 2011 mientras que el resto de los países de la Eurozona gastaron más el año pasado que nunca antes en su historia.3
En EE. UU., muchos en la prensa y economistas como Paul Krugman gritaron a los cuatro vientos que era la terquedad de los republicanos de reducir el gasto lo que estaba socavando la recuperación y que las cosas empeorarían por el “recorte” de gastos acordado en el verano del año pasado. Pero si vemos en un gráfico de columnas el “recorte” tan lamentado por Krugman observaríamos que en cada año durante la próxima década el gasto público aumentará (las columnas crecen en lugar de encogerse).4
Así se transmite la idea de que el gasto se ha reducido –a pesar de que los datos muestran que precisamente lo contrario ha sucedido en la mayoría de los países en el centro de la crisis actual—y luego se culpa a la austeridad fiscal de la escasa recuperación. Reconocer que a pesar de que el gasto aumentó la recuperación todavía no se ha dado pondría en duda el dogma keynesiano de que el gasto público estimula la economía.
Mito 2: La narrativa popular intenta esconder el colapso del modelo del Estado de Bienestar diciendo que la crisis de la deuda pública en Europa (y potencialmente en EE.UU. dentro de algunos años) surge con la crisis de 2007-2008. Pero el economista Pierre Lemieux de la Universidad de Quebec indica que “casi tres cuartos de la deuda pública de la Eurozona fue acumulada antes de la Gran Recesión, de hecho, antes de mediados de los noventa”. La deuda pública de Grecia ya equivalía a 105% del PIB en 2007 (llegó a 143% en 2010). El problema se crea entre 1980 y 1994, cuando la deuda pública de ese país pasa de alrededor de 20% del PIB a 96% en 1994.5
Lemieux considera que hay dos factores, presentes desde hace décadas, que condujeron a la crisis de la deuda en Europa: (1) el crecimiento del gasto público –inevitable bajo el modelo europeo del Estado de Bienestar; y, (2) constantes y crecientes déficit –conforme los políticos cada vez prometieron más beneficios y la gente no estuvo dispuesta a pagar los impuestos para financiarlos.
Es lamentable que la gran mayoría de los países desarrollados estén embarcados en un tren que se dirige a Grecia y no muestren la intención de querer reformar sus economías para evitar llegar a esos niveles insostenibles de gasto. Lamentable también porque muchos en Ecuador y en el mundo en vías de desarrollo se creen estos dos mitos y están subiendo a sus países en el mismo tren.
Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 11 de enero de 2012.
Referencias:
2. World Data Bank, World Development Indicators, Banco Mundial. Datos entre 2000 y 2010.
3. Juan Ramón Rallo. “Histeria anti-austeridad”. ElCato.org. 21 de diciembre de 2011.
4. Juan Carlos Hidalgo. “Las falacias de Paul Krugman”. Libremente.org. 10 de agosto de 2011.
5. Pierre Lemieux. “Por qué Grecia llegó a declarar un default y por qué harán lo mismo otros países”. ElCato.org. 4 de enero de 2012.