Preocupa aumento en el consumo de drogas por la despenalización
Es un proyecto de ley del Senador Aníbal Fernández, que busca que la tenencia no sea punible. Advierten que no se podrá internar a los adictos y que avanzará aún más el narcotráfico.
Pocos días después de que el informe mundial de drogas de las Naciones Unidas (ONU) revelara que la Argentina es el principal consumidor de cocaína de todo el continente, detrás de Estados Unidos, y el segundo consumidor de marihuana y éxtasis de América del Sur, el senador Aníbal Fenrández presentó un proyecto de ley que plantea la despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal.
La propuesta del exministro del Interior no sólo podrá alentar el consumo de drogas, sino que también favorecería al narcotráfico, que aumentó aceleradamente su actividad en el país en los últimos años. “El consumo de drogas aumentó a partir de la legalización que ya hizo Aníbal Fernández durante los años que estuvo al frente las fuerzas de seguridad, cuando permitió que se instalaran cuatro cárteles en el país”, dijo a Hoy el presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, Claudio Izaguirre. El especialista graficó la transformación por la que pasó el país en la comercialización de drogas a partir del dato de que “Argentina exporta 70 mil kilos de cocaína al año hacia Europa, según la DEA (la administración de cumplimiento de leyes sobre la droga de Estados Unidos)”.
En este contexto, el proyecto que presentó el senador Fernández pretende no penalizar la tenencia cuando sea “escasa la cantidad de droga hallada y no ponga en peligro a terceros”, según explicó en una conferencia de prensa realizada la semana pasada en el Congreso. La polémica iniciativa busca “primero atender la salud de quien consume y después atacar al narcotráfico”, anunció el legislador del Frente para la Victoria.
En tanto, Izaguirre calificó al proyecto de ley como “una basura”, porque “permite la comercialización minorista de drogas”. El especialista explicó que “con la despenalización, quien consume drogas no va a ser alcanzado por la ley y la compra tampoco va a ser punible”. En relación a ese punto, aclaró que “el hecho de que el consumidor de drogas llegue a los tribunales es lo que permitió hasta ahora la internación compulsiva, y a partir de este nuevo proyecto eso desaparece”.
Según el titular de la Asociación Antidrogas, al no permitirse la internación compulsiva “no hay posibilidades de ayudar a un adicto, que termina muriendo solo y en la calle”. Por este motivo, consideró que “Aníbal Fernández y su grupo de asesores son un grupo de bestias que piensan en cosas diferentes a la protección de la salud”. Y agregó: “Debería haber una ley que sancione los delitos contra la salud, y la ley de drogas presentada por Aníbal Fernández es un delito contra la salud”.
Los riesgos de la legislación contra la salud
“Cuando uno legisla sobre temas de salud y no tiene en cuenta las consecuencias, pone en riesgo vidas”, dijo ayer a Hoy el titular de la Asociación Antidrogas argentina, Claudio Izaguirre. En ese sentido, puso como ejemplo “la actual ley de salud mental, que fue impulsada por Aníbal Fernández y frena la internación compulsiva de personas, considerándola secuestro”.
Según Izaguirre, sin la aplicación de esa ley se podría haber evitado la tragedia ocurrida días atrás en Mar del Tuyú, donde un padre mató a su hijo adicto a las drogas, que intentaba atacar a la familia para conseguir dinero. “Parte de la culpa la tiene Aníbal Fernández, que ahora pretende liberalizar el consumo y la venta de estupefacientes”, afirmó.
Quieren reformar el Código Aduanero
El senador Aníbal Fernández, además de presentar un proyecto de ley para despenalizar el consumo de drogas, anticipó que además pretende “modificar el Código Aduanero” e insistió en que su proyecto implica “una solución definitiva para una situación en la que se terminaba estigmatizando al que consume”.
El exjefe de Gabinete argumentó su proyecto en el “fracaso” de la ley vigente sobre estupefacientes, la 23.737, que plantea derogar y que, según evaluó, “sólo consiguió atacar a los eslabones más débiles y a los perejiles”. Según Fernández, lo único que consiguió la actual legislación es “hacer un enorme daño”, incentivar “el hacinamiento carcelario” y “llenar juzgados de causas que no tienen que ver con la seriedad”.
EN FOCO
La iniciativa de un ex ministro muy cuestionado
Resulta muy llamativo que un exministro kirchnerista como Aníbal Fernández, que durante su gestión como titular del Ministerio del Interior y luego como jefe de Gabinete estuvo varias veces en el ojo de la tormenta por escándalos relacionados al narcotráfico, ahora salga a impulsar desde el Senado un proyecto para que no sea punible la tenencia de marihuana.
Fernández también fue intendente de Quilmes en los ‘90, y uno de los hechos más importantes de su gestión fue cuando tuvo que esconderse en el baúl de un automóvil para evitar ir preso por una orden judicial.
Precisamente, es la ciudad de Quilmes una de las zonas más castigadas por la inseguridad (en el sur del Conurbano se concentra el 17% de los crímenes de la Provincia), y está comprobado que hay una estrecha relación entre la mayoría de los hechos delictivos con el consumo de estupefacientes. En efecto, la tenencia de marihuana para uso personal a menudo se convierte en la puerta de acceso para otros estupefacientes mucho más baratos y letales, como el paco, una droga altamente adictiva que se produce con los residuos de la cocaína y que está generando verdaderos estragos sociales en los sectores más humildes de la población.
El paco está llevando a miles de jóvenes a vender sus pertenencias, a delinquir, a prostituirse y, en muchos casos, hasta llegan a matar para poder conseguir el dinero que les permita satisfacer su adicción. Es un círculo vicioso que, en menos de seis meses de consumo, puede provocar serios trastornos neuronales y hasta la muerte cerebral.
En ese contexto, ¿el Estado no debería ocuparse en intentar evitar que miles de jóvenes caigan en el flagelo de la droga, antes de impulsar una normativa de despenalización que está inspirada en experiencias de países del primer mundo, que tienen ínfimos niveles de pobreza y marginalidad, que en nada se asemejan a la realidad social que hay en nuestro país?
A su vez, cabe preguntarse: si el Estado propicia que no se castigue al consumidor, ¿qué estrategia tiene para castigar a las organizaciones delictivas que distribuyen y fabrican estupefacientes en nuestro propio territorio? ¿Qué acciones se tomarán para que los adictos no accedan a los dealers que comercializan los estupefacientes en cada barrio?
Desde hace décadas, las fronteras de nuestro país son verdaderos coladores. Ni siquiera hay radares que controlen los vuelos clandestinos que, de forma recurrente, llevan y traen grandes cantidades de cocaína, marihuana y otras drogas. Un claro ejemplo es el avión con 900 kilos de cocaína que salió de la Argentina y recién fue descubierto en España, cuyos tripulantes actualmente están en el banquillo de los acusados de la Justicia ibérica.
Difícilmente esta iniciativa que impulsa Aníbal Fernández pueda llegar a tener algún efecto positivo. La Argentina, desde hace tiempo, dejó de ser un país de paso del narcotráfico. Hay cárteles relacionados al negocio de la droga enquistados en nuestro territorio y, desde que el kirchnerismo está en el poder, no se ha visto ni una sola acción efectiva para combatir este tipo de organizaciones delictivas.