Cuba: tecnología para apoyar el libre acceso a la información
El pueblo cubano, que vive dentro del estrecho espacio permitido por 53 años de revolución cubana, no se ha beneficiado del notable salto adelante en tecnologías de la comunicación de las últimas décadas...
El represivo régimen de La Habana quiere cambiar las tradicionales deficiencias de la censura por otra en el campo electrónico, restringiendo así severamente la capacidad de su población para que no sea artífice de su propio destino y violando sus derechos humanos más básicos. La estrategia del régimen es canalizar, filtrar, censurar y no invertir en nuevas tecnologías para así preservar el dominio político sobre la isla.
El Congreso y la Administración Obama deberían explorar y llevar a cabo innovadoras y emprendedoras contraestrategias encaminadas a promover la libertad online que empodere a los cubanos al tiempo que evaden el régimen de dominación informativa ejercido por el gobierno de Castro.
La tecnología, sinónimo de libertad
América Latina representa el 8% del uso total de Internet del mundo, con 25 millones de usuarios diarios sólo en México. Casi el 82% de los usuarios de Internet en América Latina usa regularmente plataformas de redes sociales online y el 78% tiene cuentas de Facebook. En toda la región, activistas como Oscar Morales de Colombia, que congregó a 12 millones de personas para oponerse al narcoterrorismo, están empleando las nuevas tecnologías para informar y conducir un activismo cívico y pacífico, fortaleciendo el tejido conector que sustenta a las instituciones democráticas y gobiernos abiertos.
Esta revolución tecnológica ha pasado de largo por Cuba. La Habana sigue imponiendo su propio interés por la prolongación de su permanencia en el poder, pasando por encima de los intereses del pueblo cubano y del derecho fundamental a la libertad de expresión. La Habana teme que si el pueblo de Cuba obtiene acceso sin restricciones a la información, pronto sus días estarán contados.
Esta es la razón porqué el muy discutido cable submarino de fibra óptica, enlazado de Venezuela a Cuba, no ha tenido impacto en el aumento de la conectividad para la población cubana. Del mismo modo, cuando una empresa con sede en Estados Unidos recientemente se puso en contacto con el régimen de La Habana, interesada en expandir la conectividad en Cuba, el régimen la rechazó rápidamente.
La única dictadura totalitaria del hemisferio presenta un caso singular de control orwelliano sobre todas las formas de información, encarnada en la ya famosa declaración de Fidel: “Dentro de la revolución todo, contra la revolución nada”. Con la excepción de unos pocos privilegiados, aquellos que tienen acceso a Internet en Cuba, navegan sólo a través de una “intranet” censurada y duramente controlada por el gobierno mediante el uso de tecnología china.
Los intentos por eludir la censura del estado se castigan a través de la Ley 88 (“Ley Bozal”) y la “Ley de Peligrosidad”, que criminalizan a las personas que demuestren ” predelictiva peligrosidad social” (como la define el Estado) incluso antes de cometer un verdadero crimen.
Cuba se encuentra entre uno de los peores censores de Internet en el mundo según organizaciones internacionales como el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Reporteros sin Fronteras (RSF) y Freedom House. Esta situación ha motivado a valientes cubanos como Guillermo Fariñas Hernández a llevar a cabo huelgas de hambre y casi sacrificar sus vidas al exigir el acceso a Internet. Cuba también está en la vanguardia, junto con Rusia y China, en lo referido a trabajar para que se utilice a la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y a las Naciones Unidas como medio para que estas establezcan reglas de gobernanza que faciliten la censura de Internet.
Islas de libertad
Dentro del represivo mar de desinformación dirigido por el gobierno de Cuba, el trabajo de activistas como Fariñas es un rayo de esperanza y señala el camino a seguir. Desde 2007, la bloguera Yoani Sánchez ha estado narrando la realidad de la vida cotidiana en Cuba a través de su galardonado blog “Generación Y”. Cada vez más, los disidentes cubanos hacen uso de celulares y mensajes de texto para intercambiar información entre ellos mismos y con sus homólogos en el extranjero. En la ya famosa hazaña a principios de este mes, teléfonos celulares con capacidad de video permitieron extraer imágenes que permitieron exponer al mundo las condiciones inhumanas dentro de las tristemente célebres prisiones de Cuba [1].
¿Qué debería hacer Estados Unidos?
La administración Obama debería:
- Aumentar el apoyo al movimiento de oposición cubano que busca romper el monopolio del gobierno de Cuba sobre la información a través del abastecimiento de tecnología fácil de usar, incluyendo teléfonos inteligentes y dispositivos USB, ampliar las iniciativas que usan mensajes de texto y explorar la creación de un “fondo de defensa ciberactivista “para proporcionarles apoyo financiero a los activistas.
- Asociarse con empresas de tecnología y organizaciones no gubernamentales con experiencia de operación en Cuba para así explorar nuevas formas de potenciar el periodismo ciudadano, aprendiendo de las recientes lecciones aprendidas de la “Primavera Árabe” en Medio Oriente.
- Explorar nuevas opciones de “súper Wi-Fi” para transmitir de forma remota opciones de libre acceso a las señales inalámbricas de Internet en centros densamente poblados de Cuba. Los nuevos avances tecnológicos han permitido la emisión de este tipo de señal inalámbrica de largo alcance.
- Ampliar el acceso a Internet proporcionado por la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana a un mayor número de usuarios de Cuba y alentar a los aliados de Estados Unidos a hacer lo mismo.
- Apoyar programas que generen una mayor conciencia internacional sobre la censura de Internet en Cuba como medio para generar apoyo adicional de ciudadanos particulares y gobiernos de todo el mundo.
- Oponerse a las iniciativas que otorgan a la ONU fuerte gobernanza de Internet a través de la UIT u otro organismo de la ONU, allí donde las naciones que buscan censurar dicho medio puedan ejercer más influencia que la actual.
Poder para el pueblo
Las exigencias del presidente Obama para una mayor libertad del pueblo cubano deberían ir acompañadas de un plan más sólido de acción. La administración considera que está abriendo las puertas a un cambio democrático mediante el turismo y las remesas a Cuba. La administración es reacia a aplicar una presión más directa o a hablar alto y claro con el fin de abrir una brecha en el muro de las prohibiciones, la censura y el acceso restringido a Internet que los avejentados hermanos Castro creen vital para ganar “la batalla de las ideas”. A la larga, trabajar por apoyar la lucha del pueblo cubano para acceder sin restricciones a las tecnologías modernas fomentará la causa de la libertad, la dignidad humana y la capacidad del pueblo, no de líderes no electos, a decidir libremente el futuro de Cuba.
La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.
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