Estados Unidos. Confirmado: los recortes del gasto estimulan la economía
Nuevas investigaciones sugieren que los legisladores deberían reducir el gasto y facilitar normativas que induzcan el crecimiento.
Nuevas investigaciones sugieren que los legisladores deberían reducir el gasto y facilitar normativas que induzcan el crecimiento. ¿El razonamiento? Según el estudio, las reducciones del gasto pueden afectar positivamente al crecimiento económico y son el único modo históricamente fiable de reducir los déficits y la deuda.
Los autores del estudio, Alberto Alesina y Francesco Giavazzi, escriben que “las consolidaciones del gasto [reducciones del gasto] acompañadas de unas adecuadas normativas tienden a ser menos recesionistas o incluso tienen un impacto positivo sobre el crecimiento” (cursivas añadidas).
Estas conclusiones confirman lo que efectivamente fue cierto en pasadas recesiones de Estados Unidos. Alesina y Giavazzi también añaden que “sólo los ajustes del gasto han llevado finalmente a una consolidación permanente del presupuesto, medido según la relación entre la estabilización (cuando no la reducción) de los ratios deuda/PIB”.
Ninguna persona común y corriente necesita de un estudio para saber que cuando el gobierno gasta menos de nuestro dinero eso es mejor para la economía y que menos gasto significa menos deuda. Sin embargo, esta proposición parece desconcertante para muchos intelectuales que mantienen que las reducciones del gasto traerían la ruina económica. Al fin y al cabo, dicen, mire cómo las reducciones europeas del gasto han sido vanamente dañinas.
Por ejemplo, Paul Krugman concluye que el ejemplo europeo demuestra que “rebajar el gasto drásticamente en un economía deprimida deprime la economía todavía más”.
Pero Europa ha ido más allá que reducir el gasto; también ha subido los tipos impositivos, algo que todo el mundo coincide contrae la economía. El estudio de Alesina y Giavazzi advierte de que se debe esclarecer si o las reducciones del gasto, las subidas de impuestos, ambas o ninguna, causan dificultades.
De hecho, extraer conclusiones como lo hace Krugman (sin distinguir entre reducciones del gasto y subidas de impuestos) es como observar a alguien que consume pizzas, refrescos, hamburguesas y brócoli para concluir que el brócoli no es saludable y le causa sobrepeso. Ese sería un análisis negligente.
El estudio de la economía que no presta atención al detalle agrupa tanto gastos como impuestos; el estudio de la economía que se hace meticulosamente los analiza por separado así como en conjunto. Una vez distinguido esto, queda claro que la composición de la “austeridad” importa: las subidas de impuestos contraen la economía; los recortes al gasto hacen crecer la economía.
La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.
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