Espanya ens roba (I)
No ha sido suficiente una mayoría absoluta del Partido Popular en estas últimas elecciones para que las tensiones centrífugas se aplacaran. Precisamente la profundidad de la crisis económica y el vaciamiento de las arcas nacionales y autonómicas ha exasperado el avispero de los gobiernos periféricos...
No ha sido suficiente una mayoría absoluta del Partido Popular en estas últimas elecciones para que las tensiones centrífugas se aplacaran. Precisamente la profundidad de la crisis económica y el vaciamiento de las arcas nacionales y autonómicas ha exasperado el avispero de los gobiernos periféricos.
¿Se solucionaría todo con mayor bonanza económica? No. No ha sido así antes. Y no será así en estos momentos en que la Educación ha ido descendiendo hasta niveles nunca vistos en España. Ya, desde hace tiempo, la actual generación tiene menores conocimientos globales que la que le ha precedido. Y lo peor es que parece importarle muy poco.
Y en la caída de todos los niveles: económico, político, moral…hay un gran “Debe” en el apartado de los contenidos que se han vertido en los libros de texto y que tanto han contribuido a que el alarido de “Espanya nos roba” sea visto con simpatía y no con un rechazo absoluto.
¿A qué nos referimos? Sin duda, nadie se ha tomado la molestia de recopilar en una obra todo lo que, desde hace años, se está inoculando en libros de Geografía o Historia en determinadas comunidades autónomas. Nadie, salvo algún autor valiente como Pedro Antonio Heras, Doctor en Historia Contemporánea y Profesor de Universidad en esta misma materia. Él es autor de la compilación de despropósitos vertidos en libros de texto en Vascongadas y Cataluña, titulada “La España raptada”.
Ninguna regeneración de España, ninguna “recuperación” (de ésas que se venden en forma de Reales Decretos en el BOE) vendrá sin antes no se ha acometido la profunda y revolucionaria tarea de mejorar hasta la primera raíz la Educación y el sistema educativo español.
Todos los que fian la salida de la crisis a la creación de empleo, fracasaran porque no habrán acometido la formación de la persona, del español de a pie, desde su infancia en los valores comunitarios de respeto a su verdadera historia, a una calidad y contenidos mínimos y esenciales en su formación.
Otros autores como Javier Orrico (“La enseñanza destruida”) y Alicia Delibes Liniers (“La gran estafa. El secuestro del sentido común en la educación”) han abundado en la sima a la que nos han llevado políticas de claudicación, mas preocupadas por el cortoplacismo electoral que por la exigencia ética.
El problema de España no es sólo material, es ético y moral. Ignorar esto es poner en serio peligro las libertades y la responsabilidad que tenemos como herederos de una Historia común.
17 sistemas de educación distintos (¡qué gran servicio hizo a la causa separatista aquel Ministro de UCD que se llamó Jose Manuel Otero Novas –ahora converso y plañidero de lo que él mismo cedió de la mano de Adolfo Suarez- al trasladar la competencia de Educación a las Comunidades Autonomas!). 17 formas de separar lo que es único y nos precede.
Sin una Alta Inspección del Estado que haya vigilado el contenido de los libros de los colegios, gobiernos autonomicos empeñados en “construir naciones” se han dedicado al adoctrinamiento escolar con la complicidad de editoriales nacionales que ha presentado todo tipo de mutilaciones, ocultaciones y encendidas llamadas al odio sin tapujo alguno.
Todo totalitarismo sabe de la necesidad de conquistar las almas más jóvenes para ganar el futuro de su causa. Para ello han identificado la lengua con el territorio (anulando la lengua común y oficial declarada por la constitución: el castellano). Han troceado los mapas para que solo aparezca el del territorio “elegido”. Han identificado el término “vasco” o “catalán” con el de nacionalista, pasado a ser un traidor quien siendo vasco o catalán se sienta español.
Lejos de ser quimeras inventadas, basta seguir las directrices de las Consejerías de estas Comunidades para contemplar cómo –impunemente- se ha trazado la “Hoja de Ruta” de un único sentido en esa buscada “construcción nacional”. Sin ir mas lejos, en “El Periódico” de 28 de octubre de 1.990 se publicaron dos densísimas páginas de un documento clave. En él se recogía como las Consellerías de la Generalitat, así como las altas esferas de CDC y UDC, se circulaba el documento que éste periódico recogía con el objetivo de conseguir la nacionalización de Cataluña.
Nadie ha robado nada a Cataluña. Y menos esa España que la integra y acoge. Desvelar el gran fraude cometido por las élites de partidos al servicio de un orden neo feudal es labor de quienes aspiramos a mucho más que a la recuperación económica y a la ansiada creación de empleo.
Sin miedo y sin dedos ni manos que nos hagan callar, lo haremos. Precisamente porque no queremos que nadie nos robe lo que no es nuestro, justo porque lo hemos recibido en herencia de siglos y lo hemos de entregar acrecentado. Así eran antes los principios que señalaban rendir Honor a los Padres.
Sea.