Operadores ya trazan un eje Scioli-Macri para enfrentar al kirchnerismo en 2015
Se trata de un armado que se teje en las sombras. En el peronismo bonaerense dicen que es “la única forma de enfrentar al kirchnerismo”. Los nombres.
Es un trabajo subterráneo, sigiloso, que se abre paso con extrema cautela. Pero ya tiene forma: se trata de un eventual eje de Daniel Scioli y Mauricio Macri para enfrentar al kirchnerismo en las presidenciales de 2015. “No hay otra forma de vencerlos”, dicen.
Según pudo saber NOVA en exclusiva, operadores de ambos espacios –el sciolismo y el Pro- ya están trabajando sin apremio alguno en una eventual confluencia electoral para seducir a las mayorías y presentarle a la sociedad una propuesta “superadora” del modelo kirchnerista, que a sus ojos “divide a la sociedad”.
Las reuniones son esporádicas y pasan casi inadvertidas. Las comunicaciones son sigilosas, las definiciones escasean. Sólo se barajan nombres y cargos. La primera discusión, apuntan, pasa por las candidaturas. Hay postulantes cantados, y otros que sorprenden.
El plan tentativo es que, llegado el turno electoral de 2015, Scioli y Macri vean quién mide mejor en las encuestas. El ganador será candidato a presidente de esa lista “de unidad”, y el otro detentará uno de los cargos más altos de ese gobierno, ya sea en el Ejecutivo o el Legislativo: jefe de Gabinete o senador nacional, por poner dos ejemplos.
Todo el peronismo no kirchnerista sería funcional a este proyecto. Del lado del gobernador explican que, si Scioli no busca una convergencia de esas características, el kirchnerismo “va a terminar asfixiándolo”.
Y a las pruebas se remiten: la convivencia con Gabriel Mariotto y La Cámpora en la Provincia ya es insostenible, y el hecho de que la propia Cristina Álvarez Rodríguez -de perfil contemporizador- saliera a acusar al vice de poner “palos en la rueda” ya habla por sí solo.
“El kirchnerismo tiene todo muy organizado, y si no hay una unión de este tipo es imposible ganarles”, cuentan por lo bajo. La prueba, argumentan, es el contundente resultado de Cristina en las elecciones de 2011. De acuerdo a ese análisis, la puja será farragosa tanto con la Presidenta como candidata como sin ella.
Algunos nombres
Ahora bien, con Scioli y Macri jugando en el ámbito nacional, asoman tres nombres del incipiente armado para disputar por la Gobernación. Por un lado, un clásico: Francisco De Narváez, que ya fue candidato en 2007 y 2011. Sus oscilantes movimientos en su apreciación del gobierno sciolista deben ser leídos en ese sentido: el “Colorado” pasó de denostar al ex motonauta durante la campaña a decir posteriormente que es “víctima” de los arbitrios de la Casa Rosada.
Por otro lado, una figura ascendente: Sergio Massa. Se saber que el intendente de Tigre quiere ser candidato a gobernador, intenciones que ya demostró el año pasado cuando quiso competir en las primarias contra Scioli. Massa podría ser el postulante de este nuevo eje, pese a que el año que viene podría disputar una banca de diputado nacional por el FpV. “Lo va a hacer desde adentro porque se quiere asegurar el escaño, pero luego seguirá su camino”, dicen los dirigentes más avezados del peronismo bonaerense.
En tercer lugar asoma un “tapado”, que hace poco presentó su propio partido: Alberto Fernández. El ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner lanzó en Vicente López el “Parte”, que se supone una plataforma electoral para la candidatura nacional de Daniel Scioli en 2015. Si avanzan las negociaciones de este frente peronista no K, el propio Alberto se ofreció como candidato al sillón de calle 6.
El poder de las encuestas
Hoy Scioli aparece con más posibilidades que Macri de suceder a Cristina Fernández. Mide más en los sondeos de opinión y tiene parte de la herramienta electoral más importante de la Argentina -el peronismo- a su favor. Macri, por su parte, presenta déficits de construcción en el armado nacional y no puede concretar una alianza con los radicales. Por eso se volcaría al justicialismo.
La Juan Domingo, hoy capitaneada por Baldomero Álvarez de Olivera e Isidoro Laso, opera en esa línea: allí confluyen Propuesta Peronista, de Cristian Ritondo –representante del peronismo en las filas del Pro-; el Frente de Unidad Peronista, con De Narváez, Jesús Cariglino, Graciela Camaño, Alfredo Atanasof, Mónica López y Claudia Rucci (y si está Rucci está también Gerónimo “Momo” Venegas, descuentan) y otros sectores del peronismo que no comulgan con el FpV.
En definitiva, va a ser una nueva “convergencia”. Así empiezan a llamarla, entre risueños y aventurados, en el peronismo de la Provincia. “No hay 2015 sin 2013”, dicen, e incluso arriesgan la colaboración de algunos gobernadores históricos del peronismo en ese armado, como el sanjuanino José Luis Gioja y su hermano, el senador nacional César Gioja.
La estrategia se va tejiendo con cautela; ninguno se vio las caras todavía, las reuniones las llevan a cabo los operadores de ambos sectores. Macri espera. Scioli también, aunque cada vez juega un poco más fuerte. Las elecciones legislativas del año que vienen podrían empezar a poner en evidencia este plan.