EE. UU.: vuelve a subir el desempleo
Aquellos que hoy esperaban buenas noticias económicas desde Washington, se encuentran con una horrible decepción. Según el más reciente informe de empleo por parte del Departamento de Trabajo, la economía creó sólo 69,000 empleos en mayo...
Aquellos que hoy esperaban buenas noticias económicas desde Washington, se encuentran con una horrible decepción. Según el más reciente informe de empleo por parte del Departamento de Trabajo, la economía creó sólo 69,000 empleos en mayo (bastante por debajo de las expectativas) a la vez que la tasa de desempleo subió hasta el 8.2% y las cifras de empleo desde marzo y abril fueron revisadas a la baja de manera significativa. Mientras tanto, un “Armagedón Fiscal” está amenazando la economía de Estados Unidos y retrasando el crecimiento, pero extrañamente, el presidente Barack Obama no está haciendo nada al respecto.
El analista de la Fundación Heritage J.D. Foster explica que aunque una segunda recesión no tiene por qué estar a la vista, la noticia no es nada de lo que la administración Obama pueda presumir:
Estas cifras de empleo son coherentes con otras noticias bastante sombrías. Por ejemplo, el crecimiento económico del primer trimestre se revisó a la baja hasta el 1.9%, mientras que un importante indicativo del rendimiento del corazón económico de Estados Unidos, el Índice de Directores de Compras de Chicago, cayó hasta su nivel más bajo desde septiembre de 2009, cerca de lo más profundo de la reciente recesión. Nada de esto apunta necesariamente a una segunda recesión, más bien el continuo enredo y el no tener una postura para resistir un impacto económico como, por ejemplo, la profunda recesión en desarrollo en Europa.
La recesión que se extiende por Europa es enteramente de su propia creación, el producto de sus propias burbujas inmobiliarias, de finanzas públicas mal administradas y de un experimento de unión monetaria que fue horriblemente mal. El desempleo en la eurozona alcanzó el 11% en abril, el nivel más alto desde la creación del euro hace 13 años.
Pero de forma muy parecida a Europa, la economía de Estados Unidos está siendo arruinada por una deuda agobiante y un futuro fiscal incierto. Como apuntó el anterior presidente de la Junta de la Reserva Federal, Alan Greenspan, las empresas están reteniendo sus inversiones para el futuro debido a que, “En pocas palabras, hay temor al futuro”.
Pero mientras Europa pelea con su dilema del euro, Estados Unidos está enfrentando su mayor subida de impuestos de la historia (también conocida como “Armagedón Fiscal”), que está previsto que golpee al pueblo americano el 1 de enero de 2013. Mediante la expiración de las normativas fiscales existentes y la imposición de nuevos impuestos, las familias y las empresas serán golpeadas con una subida de impuestos de $494,000 millones si el Congreso y el presidente no toman medidas para detenerlo. Aparte del doloroso impacto que esos mayores impuestos causarán cuando lleguen, estos ya están dañando la economía de Estados Unidos a día de hoy al obligar a las empresas a retener las inversiones por temor a lo que pueda conllevar el futuro para la normativa fiscal.
Un nuevo estudio muestra que la incertidumbre en el código fiscal está, de hecho, causando que las empresas se preocupen por ese futuro y lo miren desde la barrera. Según la empresa fiscal Álvarez & Marsal Taxsand, la mayoría de los principales directores financieros consideran la eliminación de la incertidumbre en el código fiscal como el asunto más importante, como informa The Fiscal Times. “La confianza en saber exactamente lo que el código fiscal requerirá se ha vuelto más importante que cuánto les costará”, comentó Robert N. Lowe, director ejecutivo de A&M Taxand. “Mientras los cambios propuestos se mantengan en el aire, las compañías se verán obligadas a seguir gastando recursos manteniendo sus modelos económicos en vez de avanzar en el planteamiento de líneas de acción productivas”.
Hacer avanzar a nuestro país, crear empleos y conseguir que la economía marche de nuevo deberían ser los objetivos que los líderes de Estados Unidos persiguieran de forma enérgica y atenta. Y puesto que el “Armagedón Fiscal” es un obstáculo, sería de lógica que el presidente y el Congreso actuasen ya y les diesen a los creadores de empleo del país la certeza que necesitan para aumentar su ritmo.
Pero incluso con millones de americanos desempleados, una deprimente creación de empleo, una tasa de desempleo cada vez mayor y con Europa deslizándose hacia una profunda recesión, el presidente Obama se mantiene en silencio sobre el tema de frenar a Estados Unidos en su camino hacia el precipicio fiscal. En ausencia de cualquier tipo de liderazgo por parte de la Casa Blanca, el vocero de la Cámara de Representantes John Boehner (R-OH) ha anunciado que la Cámara votará en julio para impedir que suban los tipos impositivos. El Senado debería actuar del mismo modo. Hay tiempo para que Washington tome medidas, pero el tiempo se agota con cada día que pasa.
La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.
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