#cac3rolazo
Sobre la importante movilización ciudadana a Plaza de Mayo que tuviera lugar el "7J" y el escenario político detrás de la convocatoria.
Por tercera vez en menos de diez días, una porción significativa de la ciudadanía volvió a expresar su descontento de cara a los ribetes más autoritarios de la agenda del Gobierno Nacional. La confluencia de algunos miles de personas a la Plaza de Mayo se vio coloreada por demostraciones públicas en otros puntos de la Capital Federal y en un puñado de provincias del "interior" del país, en tanto las redes sociales se caracterizaron -nuevamente- por su alto valor agregado a la hora de sumar adhesiones. "#cac3rolazo" fue el hashtag más utilizado en Twitter, y qué mejor título para encabezar el presente análisis.
Fue destacable la cobertura in situ de cadenas internacionales, como CNN en Español que, al inicio de la semana, adelantó a algunos medios (entre ellos El Ojo Digital) que posicionaría sus equipos móviles en el primer espacio público del país. A contramano de los medios de comunicación argentinos, que optaron por referirse al evento recién cuando la Plaza comenzaba a poblarse de caceroleros. A fin de cuentas, hoy ya no representa novedad citar que, también en lo que hace a la presentación de las noticias, todo se negocia y se conversa. CNN, Reuters y agencias foráneas venían siguiendo el detalle de las eventualidades del #cac3rolazo, pero no porque la Argentina genere interés para el concierto mundial, sino a raíz de que el agenda setting mediático demanda obsequiar especial atención a todo aquello que se asemeje -aunque más no sea remotamente- a la denominada Primavera Arabe. El entramado de relaciones entre el Internet, el aprovechamiento de sus respectivas redes y nodos representan, en conjunto, un fenómeno que hoy ocupa a analistas de todos los puntos cardinales.
Como fuere, la convocatoria fue importante y, para la Casa Rosada, será difícil negarlo. En todo caso, la Presidente de la Nación ha vuelto a echar mano de las mismas herramientas para desacreditar tanto ésta como otras realidades negativas para su gestión: al finalizar la protesta de los indignados frente a Balcarce 50, el Ejecutivo ordenaba notificar públicamente la declinación de la candidatura de Daniel Reposo para ocupar la Procuración, de boca del inocuo vocero Alfredo Scoccimarro. El objetivo no fue otro que equilibrar el peso de los titulares del día viernes 8 del corriente, para que el "cacerolazo" no se llevara el porcentaje más generoso en las primeras planas online y la prensa escrita. En virtud de que la reflexión profunda y a consciencia no es, precisamente, lo que abunda en el periodismo profesional de la República Argentina, ejecutar este tipo de operaciones es, para cualquier gobierno, tarea sencilla. Por estas horas, el fusilamiento oficial de Reposo es el tema que reverbera en los diarios, a contramano de lo que debería ser. Ya durante la pasada semana, Cristina Elisabet Fernández Wilhelm nos obsequiaba una pista respecto de lo que se apunta aquí: ni bien el griterío ciudadano del viernes se esbozaba como claramente perturbador, ordenó al youngster Axel Kicillof brindar una conferencia de prensa para retar a El Cronista Comercial. Es que el matutino financiero había fulminado la barbacoa pesificadora que la Administración se traía -y aún se trae- entre manos.
Respecto del "Curioso Caso de Daniel Reposo", quizás sea materia obligada referirse a una sentencia emanada del propio candidato. En cierto pasaje específico de la sesión del Senado en donde era acribillado sin cesar por legisladores opositores, el hombre -luego de ser acusado de volver a falsear datos en su hoja de servicios- declamó estar allí porque la Presidente de la Nación lo había propuesto. En pocas palabras, lo que el candidato hizo fue reconocer que Cristina Fernández pone con el dedo a quien se le antoja, sin importar que el individuo propuesto sea un inútil todoterreno y un desfalcador moral de altísimo voltaje. Al basurero, pues, con los mecanismos institucionales, la deontología y toda suerte de "obstáculos" molestos y recalcitrantes.
Pero, al decir del viejo refrán suburbano, "Al pan, pan; y, al vino, vino": reconózcasele a Jorge Cayetano Zaín Asís el acierto. En medio del debate, el escritor apuntó en su cuenta de Twitter que Daniel Reposo fue programado desde el principio para ser sacrificado, distrayendo a opositores, periodismo y opinión pública respecto de otras temáticas más fundamentales para las ambiciones del Poder Ejecutivo. A tal efecto, corresponde hacer honores al comentario que comparten algunos viajeros frecuentes: la AFIP del tristemente célebre Ricardo Echegaray ha modificado la reglamentación para ingresar y egresar del país con US$10 mil como techo. En los formularios de declaración jurada reimpresos por el organismo (que aún refieren a la vieja "DGI"), el término "dólares" ha sido sugestivamente removido de las aclaraciones, quedando -en soledad- el signo "$". Extraño que el organismo recaudador se ocupara, hace pocos días, de deslindar responsabilidades sobre Mercedes Marcó del Pont en lo que hace al control del tipo de cambio. Resulta insoslayable a estas alturas que altos funcionarios del gobierno descubren viejas rencillas con sus propios colegas. Más grave aún: ahora, lo hacen en público. Y es bien sabido que esto es solo el principio. Tampoco es cuestión menor la preocupación de la Ministro de Seguridad Nilda Garré, bien enterada -de la peor manera- de que la Casa Rosada ya no tiene fuerza armada que la defienda. Al menos de momento, conviene dejar de lado ciertas alegorías que reflotan los alcances de la conceptualización de milicias populares paraoficialistas, supuesta y potencialmente convocables para "hacer de las suyas", para el caso en que fuera necesario. Sí debería anticiparse que cierto elemento de Balcarce 50 no vería con malos ojos la "oportuna" confección de una celada, debidamente promocionada para ser arrojada por la cabeza de los productores movilizados del campo argentino. Habrá, pues, que vigilar movimientos sospechosos en torno de torres de alta tensión y subestaciones de generación de energía eléctrica. Viejas fórmulas... para hacer frente a nuevos problemas.
Los legisladores de la oposición aprovecharon el Reality Reposo para regalarse los titulares que les fueron esquivos durante años, pero la sociedad prefiere -y con razón- darles la espalda.
Mientras tanto, es el ciudadano de a pie el que ha decidido -en modo lento, pero efectivo- hacerse cargo de su responsabilidad, puesto que los suplicios de siempre (inflación, inseguridad y pérdida de las libertades) continúan acrecentando su destructivo protagonismo. Las malas nuevas que configuran la pesadilla de la cotidianeidad no detienen su marcha, y ciertamente tienen bastante poco que ver con el espectáculo tan decadente como surrealista que ofrece, a diario, el otrora Honorable Congreso de la Nación. Un patético y obscuro receptáculo de mediocridad en donde solo queda repartir disfraces de polichinela y repertorio de música de vodevil para ambientar las sesiones.
Al indignado le corresponde reprogramar su cita y no cejar en su legítimo reclamo. El horizonte -lícito es decirlo- no ofrece otra cosa.
Matías E. Ruiz, Editor
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