Obama, incapaz de ver el severo impacto provocado por Hugo Chávez en Latinoamérica
El presidente Obama ha estado tambaleándose con el tema de la economía y esta semana ha añadido más pruebas de su debilidad, en este caso, en política exterior. El presidente comentó a una popular emisora de televisión de Miami que Hugo Chávez, el agresivo presidente de Venezuela “no ha tenido un importante impacto de seguridad nacional para nosotros”...
El presidente Obama ha estado tambaleándose con el tema de la economía y esta semana ha añadido más pruebas de su debilidad, en este caso, en política exterior. El presidente comentó a una popular emisora de televisión de Miami que Hugo Chávez, el agresivo presidente de Venezuela “no ha tenido un importante impacto de seguridad nacional para nosotros”.
Ciertamente, los gentiles sentimientos de Obama no son recíprocos en Chávez, pues en 2009 este proclamó que Estados Unidos era la “mayor nación terrorista”.
De hecho, el estridente antiamericanismo de Chávez desafía directamente a la seguridad de Estados Unidos y Venezuela debería ser puesta en la lista del Departamento de Estado de países patrocinadores del terrorismo.
La posición de Obama no ha cambiado en los últimos años. En 2007, su rival por la presidencia, Hillary Clinton, denominó su falta de cautela al reunirse con Chávez “irresponsable y, francamente, ingenua”.
El analista de la Fundación Heritage Ray Walser comentó en 2010:
Lejos de ser simplemente un ‘showman’ y un matón populista, Hugo Chávez es un líder temerario que colabora con los narcoterroristas colombianos y los terroristas islamistas, se compincha con el brutal dictador iraní Mahmud Ahmadineyad, es un virulento antisemita y se guía por un implacable antiamericanismo en todo lo que hace. Y aun así, el presidente Obama no ve a Venezuela como una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. Esta visión no es optimista, es peligrosa.
Desde enero de 2009, los intentos de la administración Obama para mejorar las relaciones con el Chávez anti-Estados Unidos han producido poco más que gestos vacíos. Mientras tanto, Chávez ha continuado consolidando su propio poder y fortaleciendo sus lazos con los otros estados patrocinadores del terrorismo: Cuba, Sudán, Siria e Irán. Chávez tiene vastos recursos a su disposición: el petróleo de Venezuela le da una ventaja económica y no existe ningún Congreso, sistema judicial, organismo independiente o medios de comunicación libres que cuestionen las acciones del dictador.
Como explica Walser, he aquí sólo algunas de las maneras en las que Chávez supone una amenaza:
· Irán. Las relaciones militares y de seguridad de Venezuela con Irán no muestran señales de disminución; los aviones no tripulados, los intercambios militares y la preparación para la guerra asimétrica son algunos de los hitos del Eje de Unidad Antiamericano.
· Siria. Chávez respalda incondicionalmente al criminal presidente de Siria Bashar Al-Assad.
· Cuba. La ayuda de Chávez al régimen de Castro en Cuba sobrepasa los $5,000 millones al año (más del doble del presupuesto de ayuda de Estados Unidos para toda Latinoamérica) y facilita que el régimen comunista sobreviva y reprima al pueblo cubano.
· Un refugio terrorista. Chávez ha extendido una alfombra roja para dar la bienvenida a un buen número de organizaciones terroristas, incluido Hizbulá y la vasca ETA.
· Un estado mafioso. Moisés Naím comenta que “altos cargos del gobierno venezolano tienen un doble papel como cabecillas de importantes grupos delictivos transnacionales”. Estados Unidos describió en 2008 al ministro de Defensa de Chávez, el general Henry Rangel Silva, como un capo de la droga.
· Unos precios del combustible más altos. En la OPEP, Chávez apoya una fuerte subida de los precios; está administrando la compañía nacional petrolera de Venezuela (PDVSA) de forma incompetente (reduciendo el suministro mundial) y expropiando miles de millones a las compañías de Estados Unidos, elevando así los costos para los consumidores de Estados Unidos.
· Narcoterrorismo en Colombia. Chávez respalda y se identifica con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, cuyo líder, “Timochenko”, se cree que opera desde un refugio seguro en Venezuela. Desde 1999, Estados Unidos ha invertido $7,000 millones para la seguridad y la democracia colombianas; pero Chávez prefiere una Colombia regida por los narcoterroristas.
· Militarización de Venezuela. Desde las adquisiciones de armas a Rusia hasta armar a las milicias, Chávez militariza a la sociedad venezolana, amenaza con una guerra civil y pone en peligro la seguridad regional.
· Corrupción. Con los paquetes de ayuda, los tratos con el petróleo y los maletines llenos de dinero, Chávez corrompe amplia y libremente.
· Desestabilización. Chávez respalda a los líderes de izquierda y desestabiliza las democracias débiles, como hizo en Honduras en 2009 y en Paraguay en 2012.
El único modo en el que el presidente podría decir que Chávez no representa un “importante impacto de seguridad nacional” es ignorando todos estos hechos.
El senador Marco Rubio (R-FL) lo expuso ayer de manera resumida cuando comentó que parece que “el presidente Obama ha estado viviendo en una cueva” como para no darse cuenta de esta amenaza.
La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.