Cuando los medios promueven el consumo de drogas
Mientras Diario Clarín refiere a la paralización de los proyectos que despenalizan las drogas y La Nación exhibe los daños inapelablemente devastadores de las nuevas drogas sintéticas como Spice, en los mismos artículos se halaga a la marihuana y se la presenta como inofensiva.
Mientras Diario Clarín refiere a la paralización de los proyectos que despenalizan las drogas y La Nación exhibe los daños inapelablemente devastadores de las nuevas drogas sintéticas como Spice, en los mismos artículos se halaga a la marihuana y se la presenta como inofensiva.
En mayo de 2009 (24con.infonews.com/conurbano/nota/20285-spice-comola-marihuana-pero-sintetica-y-mas-potente/), advertíamos sobre los peligros que desentraña Spice en la psiquis de los usuarios. La meta era advertir, desde la prevención, a las autoridades frente a lo que representa el consumo de drogas más allá de su nombre. Sin embargo, estas optaron unilateralmente por el criterio despenalizador, condenado por el 80% de la opinión pública.
En el Congreso Nacional, está visto que las pretensiones de despenalizar las drogas y el tráfico (www.urgente24.com/201355-los-k-congelan-la-despenalizacion-de-la-droga) -proyecto impulsado por el Senador Aníbal Fernández y su grupo liberalizador- cosecharon un ruidoso fracaso. De todas maneras, ciertos medios de tirada nacional no ceden en el tratamiento recurrente sobre el tema, como si la despenalización obedeciera a un imperativo categórico en la agenda nacional contra el que pelean "nazis", "fascistas" o "antidemocráticos". Inmersos en la confusión de la derrota legislativa, los promotores de la despenalización de las drogas recurren ahora a los medios, con el objetivo de atacar a quienes solo buscamos proteger la vida de los ciudadanos en todo el territorio nacional.
Periodistas afectos a la marihuana -insistimos- trabajan a destajo para imponer su iniciativa despenalizadora en los medios de comunicación, con rigor diario. ¿Deberían los directivos de medios permitir a periodistas afectados por la marihuana escribir sus crónicas? En tanto que queda fuera de discusión que el consumo de drogas afecta la psiquis del autor, ¿puede considerarse apto a ese periodista para tratar de manera independiente esta temática, o hará todo lo posible para respaldar la sustancia y todo lo que ella representa (producción, distribución, comercialización y consumo)?
En tal sentido, recurrir a frases de un escritor como Vargas Llosa (www.clarin.com/sociedad/Despenalizacion-paralizada-Argentina-Uruguay_0_737326372.html) -una voz no experta en este campo-, en lugar de citar, por ejemplo, al especialista en adicciones Dr. Eduardo Kalina (www.infobae.com/general/469045-100884-0-Expertos-adicciones-critican-el-fallo-la-Corte-marihuana)(entendido en la temática y que estudia los perjuicios del cannabis sobre la personalidad y el comportamiento), ¿no equivale acaso a promocionar abiertamente el consumo de drogas desde una mirada literaria y romántica en lugar de, como corresponde, ocuparse del tema desde la óptica de la medicina?
Sucede que la modalidad elegida por estos periodistas consiste, de un modo liso y llano, en mostrar el cannabis como una hierba inocua. Echan mano de frases tales como “también resulta sencillo suponer que el efecto será "inofensivo" o parecido al de la marihuana tradicional, que no es considerada una droga dura” (La Nación, www.lanacion.com.ar/1490481-las-nuevas-drogas-que-hacen-temblar-a-eeuu) o “la marihuana se instaló en la vida cotidiana sino que además avalaba las iniciativas para legalizarla” (Diario Clarín, www.clarin.com/sociedad/Despenalizacion-paralizada-Argentina-Uruguay_0_737326372.html). Aquí se trata -sin lugar a dudas- de manipular la información con el objeto de convencer al público de que la marihuana es una hierba inocua y saludable. A contramano de la realidad, que reafirma el carácter creador de paranoicos, psicóticos y esquizofrénicos del cannabis. Esta es una de las tantas razones por las cuales el proyecto despenalizador fracasó estrepitosamente en el palacio legislativo.
Finalmente, nunca está de más recordar que la adicción es una enfermedad progresiva e incurable: el adicto es un enfermo que debe tratarse y puede recuperarse, sin importar si está en una esquina desvariando, en el Congreso Nacional ocupando un escaño o en la redacción de un periódico de tirada nacional.
Nos debemos, como seres humanos, velar por la salud física, mental y espiritual de nuestros congéneres. Ocultando estas realidades, solo lograremos fomentar el dolor y depositar, violentamente, a nuestros adictos en la puerta de los manicomios.
Claudio Izaguirre | Asociación Antidrogas de la República Argentina
Web: http://www.asociacionantidroga.org/
Twitter: http://twitter.com/ElAntidroga