INTERNACIONALES: LIC. SANTIAGO PEREZ

Economía argentina versus economía mundial: ¿quién se cae sobre quién?

El crecimiento de América Latina y el PBI global. El precio de la soja, la tasa de interés internacional y la evolución de la economía argentina.

23 de Julio de 2012

El gobierno de Cristina Elisabet Fernández Wilhelm de Kirchner se enfrenta a un escenario económico con luces de alerta. El crecimiento del PBI se ha desplomado: acostumbrados los argentinos a tasas de expansión cercanas al 7% u 8%, este año deberán conformarse con un magro 1,5%. La inflación tampoco da tregua y no desciende del 25%, abriendo, de esta forma, las puertas a uno de los fenómenos más indeseables para la economía: la estanflación (inflación + recesión). Por otro lado, y como consecuencia de un flamante y estricto control cambiario, la compra de divisa extranjera se encuentra virtualmente prohibida. El peso se ha transformado en una moneda no convertible. Este “cerrojo” ha hecho que los que demandan dólares, euros o reales deban dirigirse al mercado negro, en donde la cotización de la divisa es entre un 25% y un 35% más elevada que en el siempre teórico y abstracto mercado oficial.

La Presidente de la Nación y todo su gabinete son conscientes de este desfavorable presente. Cualquier observador atento podrá extraer -de las palabras pronunciadas por Cristina Fernández en sus recurrentes discursos- cuál es la estrategia elegida por la Administración para sortear estas dificultades. La maniobra consiste en echar la culpa de los males que sufre la economía a otro: y, en esta oportunidad, ese otro es el mundo. Es por ello que la primera mandataria y sus colaboradores repiten sistemáticamente los supuestamente espectaculares números de la economía local (de años pasados más felices y menos recesivos), en tanto que compara la situación del país con el complejo presente que viven la Madre Patria y otros países europeos.

Hasta aquí, tenemos un dato —la economía argentina se encuentra en problemas— y una explicación —el mundo tiene la culpa. Pero, ¿acaso es esto cierto? ¿Se está manipulando el discurso?

Es verdad que la economía mundial atraviesa un momento delicado; no es preciso ser un experto para darse cuenta de ello. Pero la Argentina es un país con una inserción internacional determinada y no necesariamente cualquier tipo de crisis en cualquier rincón del planeta repercute de la misma manera.

La Presidente Cristina Fernández Wilhelm suele citar que “el mundo se cayó sobre la Argentina”. Sin embargo, resulta más interesante indagar sobre qué representa el mundo para nuestro país. Existen algunos pocos factores clave que repercuten directamente en la vida económica nacional. ¿Cómo se encuentran, pues, esas variables?

El primer factor se refiere, obviamente, el crecimiento del PBI global. De acuerdo al Fondo Monetario Internacional, la economía mundial crecerá un 3,4% en 2012 y la latinoamericana un 3,7%. Por otro lado, Brasil -principal socio comercial de la Argentina- crecerá un 3% este año. La pregunta que cabe hacerse es la siguiente: el mundo, ¿se cayó sobre la Argentina o la Argentina se cayó del mundo? El PBI de América Latina se expandirá un 3,7%, es decir, más del doble que el argentino. El mundo, que en palabras de Cristina se “derrumba”, crecerá también el doble que la Argentina. Con estos números en la mano, si la Presidente de la Nación otorgara una conferencia de prensa, cualquier periodista podría preguntarle: ¿Por qué el PBI de Argentina crece menos que el mundial? ¿Por qué el PBI de Argentina crece menos que el latinoamericano? ¿Por qué el PBI argentino crece menos que el brasileño? Infortunadamente, en la Argentina de hoy, una conferencia de prensa presidencial pareciera ser un sueño irrealizable.

Otros dos factores que influyen directamente en la vida económica de este país son la tasa de interés y el precio internacional de la soja. Ambos factores enfrentan una coyuntura faborable para la economía nacional. La tasa de interés se encuentra en niveles bajísimos, permitiendo a los gobiernos de los países emergentes financiar sus programas de desarrollo prácticamente sin costo alguno. Los casos de Brasil, Perú y Chile así lo demuestran. Por desgracia, la Argentina, con un riesgo país de los más altos de la región y desplazada por voluntad propia del mercado de capitales, no puede disfrutar de los beneficios de la tasa de interés baja que gozan sus “hermanos latinoamericanos”. Con respecto a la soja, el precio internacional de este commodity -central para las exportaciones argentinas- se encuentra en niveles históricos, habiendo recientemente superado la barrera psicológica de los 600 dólares por tonelada.

La situación económica que atraviesa la Argentina es delicada, pero desde ningún punto de vista es terminal o comparable a lo sucedido durante la crisis del año 2001. Lo único que debe hacer el Gobierno Nacional es trabajar para solucionar los inconvenientes que enfrenta el país y no responsabilizar de los mismos al mundo porque, como se ha visto, el mundo no tiene la culpa de todos los males.


Licenciado Santiago Pérez | El Ojo Digital Internacionales
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* El autor es Licenciado en Relaciones Internacionales

 

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