De cómo Daniel Gustavo Vila (el Loro) ensucia a Hugo Moyano

El Secretario General del CGT Azopardo hoy pretende constituírse en el Lech Walesa de la defensa de los intereses de los trabajadores o (más cercano en el tiempo) el Lula Da Silva del gremialismo argentino, con reconocidas aspiraciones al sillón de Rivadavia.

No gana para sustos -como diría un dicho popular-, cuando no lo vinculan con los negocios de la basura en el conurbano bonaerense, de los cuales pretende despegarse. Pero continúan sumándose problemas al capitoste de la CGT.

Tal es así que un obscuro personaje -a la postre, Secretario General del Gremio de Carga y Descarga-, Daniel "El Loro" Vila (de la mano del empresario Nelson “Cachete” Strela) pretendieron imponerse en negocios de manera turbia en el mercado  Regional de la Plata. Ello, en el marco de un proceso licitatorio destinado a proveer servicios en carga y descarga de camiones.

El pretendido “señor” sindicalista juega a estar de ambos lados del mostrador, como muchos de nuestros representantes obreros quienes -tal como palmariamente lo demostrara el periodista Jorge lanata- son hoy verdaderos empresarios. El mencionado y advenedizo protagonista se esfuerza para jugar en las "ligas mayores" y recientemente no ha tenido mejor idea que irrumpir con sus matones en el predio del mercado ubicado en 520 y 116 de La Plata con una empresa formada ad hoc, de la cual forma parte. Con métodos violentos, irrumpió para quedarse con el negocio e impugnar -por fuerza- la licitación que ya había ganado la empresa Yavu.

El declaradamente inescrupuloso Loro Vila ocasionó importantes destrozos en la comuna de La Plata al patrimonio inmobiliario que forma parte de las acreencias de todos los bonaerenses. No sin amenazar de muerte a todos los empleados de la citada comuna, destrozó vidrios e, inclusive, automóviles. Por cierto que será útil evaluar que tal accionar quedaría impune, haciendo gala de su adhesión al gremio de Camioneros. Creyéndose que esa adscripción podría acercarle la necesaria “impunidad”.

Pero hete aquí que el gremialista evalúo equivocadamente las consecuencias y su aventura finalizó con un pedido de captura de parte del Fiscal Marcelo Romero, tal lo confirmado por la Sala III de la Cámara Penal.

Echando mano de una postura de pusilanimidad absoluta, Vila -al percatarse de que la jugada había salido mal y que terminaría procesado- se profugó de la Justicia por un aproximado de 23 días, hasta tanto su abogado defensor logre la excarcelación (mientras, obviamente, se sustancia la causa penal). Vieja y conocida estrategia de los imputados por la justicia en la Argentina: "desaparecer" hasta que el representante legal confirme el beneficio excarcelatorio.

La firma que Vila había creado al efecto de manejar los negocios del mercado lleva por nombre Smart Bridge. Al momento de la presente nota, evidentemente no ha podido concretar sus aspiraciones empresariales y deberá limitarse a continuar conduciendo el gremio -tal como lo refieren fuentes del ámbito gremial-, de manera en extremo desprolija. En su nucleamiento destacan hechos de destacable corruptela, en tanto que la imagen que existe del señor en el circuito coincide con la de un individuo con muy escasa preparación ("No le da ni para ordenar un maxikiosco", para citar a una de las fuentes).

Don Hugo Moyano ciertamente deberá cuidarse de personajes como el referido en esta nota. El señor en cuestión considera que el solo hecho de colgar una pancarta en un acto de Camioneros le garantizará la tan ansiada impunidad. ¿En realidad aspira el líder del reputado sindicato a suceder a la Presidente Cristina Fernández Wilhelm? Si es así, deberá deshacerse de este tipo de elementos, para no verse contaminado.

* Foto: InfoNews.com

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