Sergio Massa va por más... seguridad

Da gusto advertir -en el medio de tanta confrontación y agresión política que diluye cualquier intento de gestión, si acaso ésta existiera- que todavía queda algún dirigente (y, ciertamente, no son muchos) que se exhiben genuinamente preocupados por lo que le sucede al vecino, y que actúan en consecuencia. Hoy, el tema medular para cualquier argentino pasa por la seguridad. O -como le gusta decir a la Ministro de Defensa- por la "sensación de inseguridad". Cualquier encuesta da cuenta de esta realidad, más allá de lo que opine la Señora Nilda Garré.

Se trata, en rigor, de un tema que quema, y que no puede terminar de sortear aristas ideológicas para su definición. Es una problemática que todos -sin distinción- padecemos, pero que nadie resuelve. O bien muy pocos lo intentan.

Sin lugar a dudas, un pionero en esta materia es el Intendente de Tigre, Sergio Massa. Así, pues, primero llamó la atención con las cámaras de seguridad, cuando muy pocos otorgaban crédito alguno a esta metodología: por estas épocas, no queda municipio que no se sirve de ellas. A posteriori, Massa buscó involucrar al vecino para que no fuera indiferente ni ajeno en esta lucha. Para ello, el funcionario se involucró primero y concientizó después. No se hizo el distraído frente a hechos violentos, ni se agotó en deslindar responsabilidades hacia algún otro que pudiere ser responsable por el manejo provincial de la seguridad. Asumió los hechos como responsabilidad propia, dando la cara y poniéndose al frente de su comunidad. A consecuencia de ello, los vecinos de Tigre hoy se han acostumbrado a interactuar con su Municipalidad, a través de las distintas herramientas puestas a su disposición por la comuna: botones de pánico, telefonía celular, P.O.S. de Visa en los comercios, computadoras, líderes barriales, etcétera. No echó mano solo de herramientas tecnológicas, sino que también se preocupó por vincular al vecino con sus fiscales, promoviendo la inmediatez entre ambos para generar conocimiento y confianza recíproca.

Infortunadamente, el Intendente entiende que esto no es suficiente, que todavía no alcanza. Y no tiene ningún prurito en asi expresarlo. Por el contrario, reconoce que un eslabón insoslayable en este norte es el papel que debe corresponder -y que debe jugar- a la Policía de la Provincia.
A partir de aquí es que, desde hace tiempo viene poniendo especial énfasis al COT (Centro de Operaciones Tigre) como un apoyo especial a las patrullas de la policía. Dotó a estos de unidades GPS y más móviles policiales para sinergizar con aquéllos. No obstante, los resultados aún no coinciden con los buscados por el jefe comunal.

Pareciera -parafraseando a la Presidente Cristina Fernández Wilhelm- que Sergio Massa va por más. Evitando caer en discusiones bizantinas o de corte ideológicas (tal como lo demostró esta semana en la Legislatura Provincial), pareciera que el alcalde exhibe el convencimiento de que ha llegado la hora de que las Comunas asuman directamente la responsabilidad y el control del manejo policial. Este panorama se presenta en momentos en que nos toca presenciar y sufrir la pelea entre la Presidente de la Nación y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dado que ninguno de ellos hace el menor esfuerzo por hacerse cargo del problema de los subterráneos, y donde también son conocidos los sucedáneos frente al traspaso de la Policía Federal a la Ciudad Autónoma. En este último caso, la Capital no acepta esa transferencia sin las partidas correspondientes, que la Casa Rosada, por otro lado, se niega a realizar. Ante ello, no deja de llamar la atención la conducta del joven dirigente de Tigre quien -a contramano de los ejemplos citados- ha asumido costos en un área tan sensible como lo es el tema de la seguridad urbana y suburbana, y el manejo de la policía provincial. Ha leído Usted bien: se trata de un dirigente dispuesto a afrontar riesgos y a asumir costos. Hoy, suena difícil de creer...

En el plenario llevado a cabo esta semana en el Senado Bonaerense, el intendente Sergio Massa explicó y desarrolló el Proyecto de Ley que defiende sobre la policía comunal y, al decir de muchos, fue largamente aplaudido (ver http://www.lapoliticaonline.com/noticias/val/84466/massa-acaparo-las-miradas-en-la-legislatura-y-se-movio-como-candidato.html). En horabuena que se avance y se pueda consensuar sobre proyectos que contemplen sinceramente el interés y el bienestar de la gente. El proyecto de Massa, -en realidad presentado por el Senador Jorge D' Onofrio- sigue la línea propuesta en materia de seguridad, hasta aquí, por el jefe comunal tigrense. Propone la creación de una fuerza de seguridad local, descentralizada y que se ubique bajo la conducción política del Intendente; que facilite la participación y el control de los vecinos, y que permita gestionar y definir de manera eficaz (interactuando policía, municipio y vecinos) las mejores estrategias para prevenir el delito en el ámbito de la comunidad. Acaso uno de los datos más llamativos del proyecto, sin embargo -sobre todo en los tiempos que corren y peleas a la vista- es que Massa no se desentiende del mantenimiento de esta policía comunal. Por el contrario, sugiere que los municipios se hagan cargo de estas fuerzas de aplicación de la ley con presupuesto propio. Textualmente, citó, esta semana: "Primero hay que tener la herramienta y, después, cada comunidad debe definir si quiere hacer o no ese gasto".

Al cierre -y con el objetivo de hacer honor a cierta honestidad intelectual- que ha animado a quien esto escribe a expresarse en este sentido y que más grafica lo expuesto (más allá de la necesidad y las bondades que estas policías comunales puedan ofrecer en sí mismas) es que propuestas y conductas como las puestas en práctica por este joven intendente ponen de manfiesto que no todo está perdido y que la renovación es posible. Es posible gestionar, y es posible administrar bien. Es posible -y deseable- defender posturas sin necesidad de agredir: todo puede consensuarse.

Por sobre todo, se puede -y debe- priorizar el interés general de la comunidad, por encima del interés personal del dirigente. Este debe hacerse cargo de las responsabilidades que le caben. Y me permito insistir: a la luz de lo que nos ha tocado vivir en estos últimos días, no es poca cosa...

Dr. Roberto Porcel -Abogado- | El Ojo Digital Política
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