La Hermandad Musulmana consolida su control sobre Egipto

El presidente egipcio Mohamed Morsi destituyó de manera repentina al ministro de defensa y a otros generales de alta graduación durante el pasado fin de semana, en una enérgica iniciativa para eliminar uno de los principales frenos a su poder.

El mariscal de campo Mohamed Hussein Tantawi era anteriormente el oficial más poderoso de Egipto y el pilar fundamental del antiguo régimen de Hosni Mubarak. Ahora, Morsi se encuentra en disposición óptima para consolidar el control de los Hermanos Musulmanes sobre Egipto.

Además de botar a Tantawi, Morsi obligó a renunciar al Jefe de Estado Mayor del ejército, así como también a los jefes de la fuerza aérea, la armada y las fuerzas de defensa aérea. Esta audaz maniobra se suma a un contragolpe para frenar el “golpe a cámara lenta” que las FF. AA. protagonizaron al despojar al nuevo parlamento de Egipto y a la presidencia de la mayoría de sus poderes, poco antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de junio.

De manera oportunista, el presidente aprovechó la confusión en el ejército a raíz de los atentados terroristas acontecidos durante la semana pasada -y ejecutados por militantes islamistas-, que mataron a dieciséis guardias de frontera egipcia en el Sinaí. El descabezamiento de los altos cargos de las fuerzas armadas le permite a Morsi colocar a sus propios candidatos en puestos clave y reducir la resistencia al radical programa político de los Hermanos Musulmanes.

El gobierno del primer mandatario -dominado por los islamistas- también ha tomado medidas enérgicas en perjuicio de los medios de comunicación del país. Los fiscales del estado anunciaron recientemente que dos periodistas egipcios serán llevados a juicio por “insultos” contra la figura del presidente.

Tal y como ha advertido repetidamente la Fundación Heritage, la Hermandad Musulmana está reprimiendo sistemáticamente las libertades políticas, sociales y culturales de los egipcios. No obstante ello -y de manera ingenua-, la Administración Obama continúa tratando a los Hermanos Musulmanes como socios.

Claramente, el gran perdedor será el pueblo egipcio, cuyas aspiraciones de libertad y democracia probablemente se perderán en medio de la confusión. Pero es probable que Estados Unidos y sus aliados (especialmente Israel) también encuentren que el furioso espíritu antioccidental de los Hermanos Musulmanes de Morsi debilita sus intereses nacionales.

La versión en inglés de este artículo se encuentra en Heritage.org.