Guillermo Moreno se atreve a hablar de ética

El Partido Liberal Libertario (PL) expresó su repudio al comportamiento del Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, durante la reunión que convocó para la creación de un "Consejo Asesor para Evaluar el Comportamiento ético de las Asociaciones de Consumidores", a propósito de lo ocurrido con Consumidores Libres. Esta entidad había sido suspendida del Registro Nacional de Asociaciones de Consumidores por publicar índices de precios supuestamente imprecisos y engañosos. En la reunión Moreno habría hecho echar a la fuerza a Sandra González, presidenta de ADECUA, porque ella cuestionó su concepto de ética.

"Moreno le tiene miedo al debate porque no puede defender sus posiciones con argumentos. La gente autoritaria suele ser insegura; el que está seguro de su posición no tiene problemas en ser criticado porque sabe que puede responder a esas críticas. Moreno es como el gobierno para el que trabaja", expresó Gonzalo Blousson, titular del PL.

Para los liberales libertarios, la formación de ese consejo encubre la intención de disuadir y acallar entidades que quieran dar a conocer sus investigaciones respecto de los precios, violando así su derecho a la libertad de expresión e impidiendo que denuncien abiertamente los engaños del gobierno. Asimismo, refiriéndose a lo sucedido con Consumidores Libres, afirmaron que la libertad de expresión no puede restringirse sólo porque la expresión haya sido imprecisa o engañosa (suponiendo que así haya sido). Sostuvieron que un debate rico en ideas de toda índole es parte de una democracia liberal, y que si al gobierno no le gusta alguna idea, que dé argumentos y la refute.

Finalmente, recordaron que las asociaciones de consumidores están protegidas por el artículo 42 de la Constitución Nacional, el cual también obliga al gobierno a garantizar "la defensa de la competencia contra toda forma de distorsión de los mercados".

"Es curioso que Moreno haya convocado a una reunión para formar un consejo de ética, cuando él convirtió al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos en objeto de burla nacional e internacional, que ya nadie usa como parámetro y que vive faltándoles el respeto a los trabajadores. La gente ya se está dando cuenta de todos estos abusos, de modo que acallar voces contrarias no solamente es autoritario, anti-democrático e inconstitucional, sino también inútil", concluyó Blousson.

Cuando el negocio no consiste en satisfacer al cliente, sino al gobierno

El Partido Liberal Libertario (PL) manifestó su preocupación ante la pasividad de muchas empresas a raíz del aumento de los requerimientos del gobierno a las mismas en cuestiones relacionadas con la privacidad de los usuarios y consumidores. Las grandes empresas se han convertido en agentes colaboracionistas del gobierno al proveerle, sin ninguna reserva, los datos de sus clientes.

Desde la agrupación liberal remarcaron la complicidad de las entidades financieras con las medidas tomadas por el gobierno, restringiendo la posibilidad de sus clientes de hacer extracciones de dinero en el exterior sin que exista legislación o norma alguna que lo impida. "Esta nueva medida demuestra que el problema no sólo se encuentra en el gobierno, sino también en sectores de la sociedad civil que parecen aprobar, por acción u omisión, el accionar autoritario del gobierno", expresó Gonzalo Blousson, titular del PL.

"Así, se confirma el papel preponderante que han tenido las empresas en el avance sobre la privacidad de las personas y la destrucción de la garantías constitucionales", destacó Blousson respecto del papel del sector privado. "En un mercado libre, los empresarios deben subordinarse a las preferencias de sus consumidores; acá está sucediendo todo lo contrario: seducen a los funcionarios y dejan de lado a los consumidores. Son las consecuencias clásicas que genera el estatismo", agregó el dirigente.

Los liberales libertarios advirtieron que este proceso de desguace de las libertades se irá profundizando a medida que surjan mayores complicaciones en la economía, afectando a sectores cada vez más amplios. Con un Poder Judicial que rara vez defiende a los ciudadanos y se inclina constantemente a favor del gobierno, se hace difícil sobrellevar los abusos que se cometen desde los diferentes niveles gubernamentales. Aun así, es imperioso que se les reclame a las empresas la defensa de la privacidad de la información y la supremacía de los derechos constitucionales, llevando a cabo todas las acciones que estén al alcance.