Cautela en el mercado bursátil
Las últimas semanas se han caracterizado por una creciente cautela a la hora de invertir en el Merval. Es sabido que una de las estrategias para ser exitoso en el Mercado de Valores coincide con la obtención de información de primera mano, especialmente en lo concerniente a la performance de los papeles líderes del Panel...
26 de Septiembre de 2012
Las últimas semanas se han caracterizado por una creciente cautela a la hora de invertir en el Merval. Es sabido que una de las estrategias para ser exitoso en el Mercado de Valores coincide con la obtención de información de primera mano, especialmente en lo concerniente a la performance de los papeles líderes del Panel. Por estas horas, y en virtud de la influencia múltiple del ámbito político sobre el financiero, basta simplemente que se liberen datos relativos a una malas noticias, balances negativos o detalles sobre alguna puja en la que se involucren la firma que cotice y el Gobierno Nacional, para que cualquier utilidad cosechada se desvanezca en un abrir y cerrar de ojos.
Hace pocas semanas, el Viceministro de Economía Axel Kicillof hizo público el cruce entre la Casa Rosada y el titular del Grupo Techint, Paolo Rocca. El propio Kicillof refirió -en el programa 6,7,8 de la TV Pública- que, si acaso el gobierno se lo propusiera, podría "fundir" a Techint bajando el precio de la chapa, al rechazar las críticas del CEO de la compañía en relación a la competitividad de la economía argentina.
Poco después, el funcionario de formación marxista recorrió las instalaciones de Siderar en San Nicolás, acompañado de la Ministro de Industria Débora Giorgi, con el fin de apagicuar los ánimos. Ese día, las acciones de la firma repuntaron, alcanzando un salto de 4,6 puntos porcentuales. No obstante, Siderar observó su pico máximo en el último semestre, lapso en el que cotizó a $1,74 (julio pasado), desplomándose su papel a $1,27 al momento de la amenaza vertida por el joven funcionario cristinista.
Conforme se recordará, en ocasión de un reciente encuentro por el Día de la Industria, Rocca enumeró reparos a la política económica de la Administración Fernández de Kirchner. "El incremento en los costos laborales, aún ajustado por el incremento en la productividad, ha superado la devaluación, y este factor, en conjunto con una elevada presión tributaria, afecta la competitividad de las exportaciones industriales", le escribió el empresario en una carta a la Presidente, acaso con la meta de aclarar ciertos aspectos, pero sin dejar de ocultar que encuentra inconvenientes en el modelo.
Los habitués de la City aconsejan a aquellos que se aprestan a invertir en el mercado de valores que diversifiquen su portfolio en firmas de distintos rubros, ya se trata del bancario, el petrolero, de alimentación, etcétera. Las dos compañías que se perciben relativamente exentas de reflejar en sus índices los embates del gobierno federal son Tenaris (TS) y Petrobras (APBR). Esta última, en función de ser la única empresa extranjera que cotiza en el Merval. Tenaris es una importante protagonista en el desarrollo del mercado del petróleo y del gas en la Argentina, tras haber construído las instalaciones de la planta de Siderca en la localidad de Campana.
Hoy día, aquel desarrollo contabiliza tecnología de punta y su planta es considerada como una de las más eficientes e integradas de su tipo en el globo. Exhibe una capacidad de producción anual de más de 900 mil toneladas de tubos sin costura y desarrolla una variada gama de productos para el mercado energético, automotriz y con destino a aplicaciones agroindustriales. Más del 70% de sus productos -de alto valor agregado- son exportados al mundo y, de hecho, cotiza en Wall Street. Sus papeles se cuentan entre los más caros del mercado, pero han sabido probar su valía en forma de rendimiento a lo largo del tiempo, y de forma sostenida.
Para operar en el Merval, es preciso considerar el crecimiento de la empresa (P/E: indicador del precio y ganancia) y otro dato no menor que, como es de público conocimiento, afecta a todos por igual: el índice de precios al consumidor. Variable que, en sí misma, no es del todo negativa para los mercados, puesto que puede conducir al alza de los paquetes accionarios. Analistas reportan que, idealmente, ese porcentual debe oscilar entre los seis y los ocho puntos. No obstante, la alta inflación -incontestablemente negada y disfrazada por la Casa Rosada y el INDEC- representa una estocada en perjuicio del sistema financiero argentino.
Otro dato de interés (presentado por estos días) es que la economía no ha crecido durante el último trimestre del año. Citando estimaciones de Bloomberg (Nueva York, EE.UU.), se esperaba una tasa de crecimiento del 0.5% pero los números del INDEC reportan que aquélla fue de cero puntos. Los cupones atados al incremento del PBI se exhiben en caída libre y se movilizan con rojos de hasta un 4%. En los últimos días, el TVPP caía, por ende, un 4.2%; el TVPY, 1.2%, y el TVPA mostraba un resultado negativo del 1.9%. Las estadísticas conducen al alejamiento de un nuevo pago del cupón en 2013, fundamentado ello en la necesidad de que el crecimiento de 2012 debía alcanzar, cuando menos, un 3.3%.
El pasado mes, durante el acto por el 158° aniversario de la Bolsa de Comercio, el titular de la misma, Adelmo Gabbi (a quien el Vicepresidente Amado Boudou se esforzó por vincular con el Caso Ciccone) declamó: "El problema es la falta de confianza en diversas latitudes sobre cómo actúan las instituciones políticas ante la crisis internacional. El temor hace que la gran inyección de capital no se traslade a la economía real. No basta sólo el crecimiento del gasto público, sino la aplicación de otros instrumentos económicos. No es lo mismo generar empleo que crear puestos de trabajo. La respuesta tampoco está en mayores controles e intervención del Estado".
"No es bueno el caos del libertinaje ni la asfixia de los controles. El valor de los activos no refleja hoy la fortaleza de nuestro país", puntualizó entonces el dirigente bursátil, delante de la Presidente de la Nación, Cristina Elisabet Fernández Wilhelm. Lo cierto es que el gobierno ha convertido a los mercados libres en su mayor enemigo, siempre en nombre de la regulación estatal. Esto, a pesar de que la Bolsa de Comercio (pese a los desbarajustes económicos y financieros acometidos a nivel macro por un sinnúmero de administraciones) siempre ha pagado a los inversores lo ganado con los valores negociados. Incluso durante momentos aciagos como, por ejemplo, la crisis del año 2001.
Hace pocas semanas, el Viceministro de Economía Axel Kicillof hizo público el cruce entre la Casa Rosada y el titular del Grupo Techint, Paolo Rocca. El propio Kicillof refirió -en el programa 6,7,8 de la TV Pública- que, si acaso el gobierno se lo propusiera, podría "fundir" a Techint bajando el precio de la chapa, al rechazar las críticas del CEO de la compañía en relación a la competitividad de la economía argentina.
Poco después, el funcionario de formación marxista recorrió las instalaciones de Siderar en San Nicolás, acompañado de la Ministro de Industria Débora Giorgi, con el fin de apagicuar los ánimos. Ese día, las acciones de la firma repuntaron, alcanzando un salto de 4,6 puntos porcentuales. No obstante, Siderar observó su pico máximo en el último semestre, lapso en el que cotizó a $1,74 (julio pasado), desplomándose su papel a $1,27 al momento de la amenaza vertida por el joven funcionario cristinista.
Conforme se recordará, en ocasión de un reciente encuentro por el Día de la Industria, Rocca enumeró reparos a la política económica de la Administración Fernández de Kirchner. "El incremento en los costos laborales, aún ajustado por el incremento en la productividad, ha superado la devaluación, y este factor, en conjunto con una elevada presión tributaria, afecta la competitividad de las exportaciones industriales", le escribió el empresario en una carta a la Presidente, acaso con la meta de aclarar ciertos aspectos, pero sin dejar de ocultar que encuentra inconvenientes en el modelo.
Los habitués de la City aconsejan a aquellos que se aprestan a invertir en el mercado de valores que diversifiquen su portfolio en firmas de distintos rubros, ya se trata del bancario, el petrolero, de alimentación, etcétera. Las dos compañías que se perciben relativamente exentas de reflejar en sus índices los embates del gobierno federal son Tenaris (TS) y Petrobras (APBR). Esta última, en función de ser la única empresa extranjera que cotiza en el Merval. Tenaris es una importante protagonista en el desarrollo del mercado del petróleo y del gas en la Argentina, tras haber construído las instalaciones de la planta de Siderca en la localidad de Campana.
Hoy día, aquel desarrollo contabiliza tecnología de punta y su planta es considerada como una de las más eficientes e integradas de su tipo en el globo. Exhibe una capacidad de producción anual de más de 900 mil toneladas de tubos sin costura y desarrolla una variada gama de productos para el mercado energético, automotriz y con destino a aplicaciones agroindustriales. Más del 70% de sus productos -de alto valor agregado- son exportados al mundo y, de hecho, cotiza en Wall Street. Sus papeles se cuentan entre los más caros del mercado, pero han sabido probar su valía en forma de rendimiento a lo largo del tiempo, y de forma sostenida.
Para operar en el Merval, es preciso considerar el crecimiento de la empresa (P/E: indicador del precio y ganancia) y otro dato no menor que, como es de público conocimiento, afecta a todos por igual: el índice de precios al consumidor. Variable que, en sí misma, no es del todo negativa para los mercados, puesto que puede conducir al alza de los paquetes accionarios. Analistas reportan que, idealmente, ese porcentual debe oscilar entre los seis y los ocho puntos. No obstante, la alta inflación -incontestablemente negada y disfrazada por la Casa Rosada y el INDEC- representa una estocada en perjuicio del sistema financiero argentino.
Otro dato de interés (presentado por estos días) es que la economía no ha crecido durante el último trimestre del año. Citando estimaciones de Bloomberg (Nueva York, EE.UU.), se esperaba una tasa de crecimiento del 0.5% pero los números del INDEC reportan que aquélla fue de cero puntos. Los cupones atados al incremento del PBI se exhiben en caída libre y se movilizan con rojos de hasta un 4%. En los últimos días, el TVPP caía, por ende, un 4.2%; el TVPY, 1.2%, y el TVPA mostraba un resultado negativo del 1.9%. Las estadísticas conducen al alejamiento de un nuevo pago del cupón en 2013, fundamentado ello en la necesidad de que el crecimiento de 2012 debía alcanzar, cuando menos, un 3.3%.
El pasado mes, durante el acto por el 158° aniversario de la Bolsa de Comercio, el titular de la misma, Adelmo Gabbi (a quien el Vicepresidente Amado Boudou se esforzó por vincular con el Caso Ciccone) declamó: "El problema es la falta de confianza en diversas latitudes sobre cómo actúan las instituciones políticas ante la crisis internacional. El temor hace que la gran inyección de capital no se traslade a la economía real. No basta sólo el crecimiento del gasto público, sino la aplicación de otros instrumentos económicos. No es lo mismo generar empleo que crear puestos de trabajo. La respuesta tampoco está en mayores controles e intervención del Estado".
"No es bueno el caos del libertinaje ni la asfixia de los controles. El valor de los activos no refleja hoy la fortaleza de nuestro país", puntualizó entonces el dirigente bursátil, delante de la Presidente de la Nación, Cristina Elisabet Fernández Wilhelm. Lo cierto es que el gobierno ha convertido a los mercados libres en su mayor enemigo, siempre en nombre de la regulación estatal. Esto, a pesar de que la Bolsa de Comercio (pese a los desbarajustes económicos y financieros acometidos a nivel macro por un sinnúmero de administraciones) siempre ha pagado a los inversores lo ganado con los valores negociados. Incluso durante momentos aciagos como, por ejemplo, la crisis del año 2001.
Lic. Eric Nesich | El Ojo Digital Economía
* El autor es Licenciado en Periodismo y Licenciado en Ciencias Políticas