El tratamiento para el cáncer de Hugo Chávez conmueve a Venezuela
El próximo-pasado 8 de diciembre, el presidente venezolano Hugo Chávez Frías anunció su regreso inmediato a La Habana, para someterse a una cuarta intervención quirúrgica.
El próximo-pasado 8 de diciembre, el presidente venezolano Hugo Chávez Frías anunció su regreso inmediato a La Habana, para someterse a una cuarta intervención quirúrgica.
La emergencia de Chávez por retornar a Cuba para una nueva operación -que obedece a una última serie de tratamientos-, junto a sus cada vez menos frecuentes apariciones públicas, han dejado a los venezolanos preguntándose sobre quién quedará a cargo de la nación desde 2013 en adelante.
A diferencia de anteriores oportunidades, esta vez el presidente se refirió al tema visiblemente emocionado, y mencionó al actual vicepresidente y Canciller (desde 2006) Nicolás Maduro como el líder elegido para el Partido Socialista Venezolano. En ese tren, urgió a sus seguidores a votar por Maduro si acaso algo sucediera: "Elijan a Maduro como presidente de la república. Se los pido con todo mi corazón", declaró.
Luego de las elecciones presidenciales del 7 de octubre, Chávez encumbró al leal Maduro -antiguo chofer de buses y líder sindical- en la vicepresidencia. Maduro -de quien se sabe ha recibido entrenamiento en Cuba- exhibe el apoyo del régimen castrista de La Habana.
El regreso del presidente Chávez a Cuba para someterse a cirugía claramente incrementa las probabilidades de que, o bien no se encuentre en posición de prestar juramento el 10 de enero, o bien le resulte imposible ejercitar el poder durante los próximos seis años, lo que terminaría con el reino de trece años consecutivos en el gobierno.
Conforme lo expresado por la constitución de Venezuela, deben llevarse a cabo nuevas elecciones presidenciales durante los treinta días posteriores al fallecimiento o renuncia del presidente del país.
A lo largo de casi dos años, la enfermedad de Chávez Frías fue administrada a la clásica manera de los líderes autoritarios, esto es, en un marco de desmentidas y falsas aseveraciones, caracterizadas por pujas de poder tras bambalinas.
La dolencia de Chávez aleja la atención de las elecciones del próximo 16 de diciembre, oportunidad en que los venezolanos deberán elegir gobernadores para 23 estados, al igual que integrantes para las legislaturas regionales. La oposición aspira a retener unidad y visibilidad política, mientras el convaleciente presidente y sus socios presionan para consolidar una dominancia política cada vez mayor. Asimismo, Chávez emplea las elecciones estatales para asegurarse la presencia de algunos de sus más estrechos colaboradores, tales como el antiguo vicepresidente Elías Jaua (estado de Miranda) y el ex ministro de Defensa (y sindicado por los Estados Unidos de América como capo de la droga) Henry Rangel Silva -estado de Trujillo-.
Por cierto, el objetivo del régimen es lograr la consolidación de un chavismo (populismo, autoritarismo, nacionalismo) sin Chávez.
Las chances de que 2013 encuentren una Venezuela conmovida por la incertidumbre en los más altos estamentos del gobierno se han incrementado dramáticamente. En su posición de importante proveedor de petróleo para Estados Unidos, y como visible eje de antiamericanismo en el Hemisferio Occidental, la ausencia de Hugo Chávez -temporaria o de carácter permanente- se ha vuelto una cuestión de importancia considerable para los intereses norteamericanos en la región.
Traducción al español: Matías E. Ruiz
* El autor, Dr. Ray Walser, se desempeñó como oficial del Servicio Exterior para el gobierno de los Estados Unidos de América y, actualmente, es analista político senior -especializado en América Latina- en la Fundación Heritage (The Heritage Foundation), Washington, D.C.