Ley de Trata: escuchar a las que saben
El Partido Liberal Libertario (PL) manifestó su preocupación ante el nulo progreso en la lucha contra la trata de personas y el poder político que la apadrina, pero también frente a la actitud de la mayoría de los partidos con representación parlamentaria.
El Partido Liberal Libertario (PL) manifestó su preocupación ante el nulo progreso en la lucha contra la trata de personas y el poder político que la apadrina, pero también frente a la actitud de la mayoría de los partidos con representación parlamentaria. Desde la agrupación, expresaron que los legisladores “quieren aparentar que hacen algo promoviendo un proyecto de ley, pero en el mismo redefinen la trata de personas atenuando su gravedad y no escuchan la opinión de muchas trabajadoras sexuales, como las nucleadas en la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR)”.
El Proyecto de Ley que se votará hoy miércoles modifica la ley de trata de personas sancionada en 2008; incluye aciertos tales como el incremento en las penas, pero también incorpora actividades en las que existe consentimiento entre adultos. De tal suerte que impide intercambios libres, pacíficos y voluntarios, e introduce situaciones que no constituyen privación ilegitima de la libertad, secuestro o violación. Con el cambio, se atenúa el concepto mismo de la trata de personas y se lo confunde con prostitución.
Mientras desde AMMAR se oyen declaraciones como “el nuevo proyecto de ley de trata nos considera a todas como víctimas" o "nos persiguen con medidas supuestamente antitrata", desde el Congreso de la Nación apuntan a incrementar el problema en vez de solucionarlo. Al equiparar conductas atroces como la trata de personas con el trabajo pacífico de quienes ofrecen servicios sexuales, lo que se logra es dar más herramientas al aparato policial y político corrupto para perseguir a las trabajadoras y exigirles favores o sobornos para poder ejercer su actividad.
Gimena García, dirigente del PL, argumentó que “mientras otros líderes latinoamericanos, incluso afines al kirchnerismo como Rafael Correa, reconocen y legitiman a trabajadoras y trabajadores sexuales, el gobierno nacional se empeña en imponer una visión reaccionaria. La dignificación social de la actividad nunca podrá llegar si se prohíbe su publicidad, como decretó el kirchnerismo el año pasado, o si se ignoran los derechos de las trabajadoras sobre sus cuerpos y voluntades”.
“A la trata se la combate con una correcta aplicación de la justicia y del poder de policía, pero también diferenciando correctamente las actividades pacíficas y voluntarias de lo que es secuestro, violación o directamente esclavitud. En el proyecto de ley pareciera que detrás de una causa justa se intenta colar una ética conservadora. Es hora de que seamos realmente progresistas y dejemos de lado la idea paternalista de que sabemos mejor que otras personas lo que es mejor para ellas mismas”, finalizó García.