Alejandro Fernández -Auditor de la Ciudad- responde a críticas por la muerte de oso polar

Con respecto a la polémica desatada por la muerte del Oso Winner -el último oso polar que habitaba el zoológico de Buenos Aires-, el Auditor de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandro Fernández -miembro del espacio Propuesta Peronista- formuló fuertes declaraciones.

“Luego de dieciocho años sin control gubernamental, la Auditoría de la Ciudad realizó el primer informe sobre el estado de la concesión que otorgo el ex intendente Carlos Grosso hasta agosto del 2008. En él se reflejaron las graves falencias no solamente en relación a los animales, sino también a la desidia sobre el patrimonio arquitectónico y al pésimo tratamiento del tesoro bibliográfico de la Biblioteca Sarmiento”, sentenció el Auditor.

Fernández señaló que el mencionado informe recababa datos de todas las gestiones porteñas, incluidas las de Aníbal Ibarra y la de Jorge Telerman, por lo que “atribuirle las responsabilidades al actual Ejecutivo porteño es un sinsentido”.

Según el Director de Bienestar Ambiental del Zoo, Miguel Rivolta, “las condiciones en que estaba el oso son las que establecen los códigos internacionales”. Sin embargo, el informe reflejaba otra cosa: “el recinto no posee las condiciones de temperatura adecuadas para su vida. Estanque y hábitat carecen de climatización, una falencia que otros zoos – Londres, Barcelona - han solucionado con equipos acondicionadores e incluso con nieve artificial".

“Los resultados que dio esta auditoria, fueron más que contundentes y críticos a la gestión de la concesionaria y al escaso monitoreo de parte del Estado local”, recalcó Fernández.

En otro orden, mencionó a los dirigentes de la oposición que en estos días "salieron a buscar culpables en el gobierno de Mauricio Macri, sin saber que durante su ejercicio se realizó por primera vez una auditoría y también se llevo a cabo una (la única en ese tiempo) inspección de higiene y seguridad alimentaria que procedió a la clausura de los patios de comida internos, por falta  de habilitación".

El Auditor concluyó sus declaraciones solicitando “a las  autoridades de la concesión del Zoo de Buenos Aires, que no prestaron atención a las observaciones que realizamos, que por favor realicen los cambios pertinentes para que no tengamos que lamentar más vidas animales que aún podrían enriquecer la fauna de la Ciudad”.