Denuncian evasión fiscal y pagos en negro en el boxeo argentino: piden intervención de AFIP

En mi consideración de Presidente y Secretario de ADEBOAR (Asociación para la Defensa de los Boxeadores Argentinos, con personería jurídica en trámite), nos dirigimos al público y a los medios, con el fin de informar sobre la delicada situación que padece el boxeo argentino.

Desde hace ya varios años, la Federación Argentina de Box (FAB) y un puñado de empresarios regentean a su antojo este noble deporte, utilizando a los boxeadores de nuestro país para enriquecerse con ellos.

Estos supuestos hombres de empresa firman contratos que los púgiles jamás ven, por valores que solo ellos conocen. A los boxeadores, se los "despacha" con sumas insignificantes, luego de combatir. A través de este proceso, se logra como resultado la anulación del púgil: se ve imposibilitado de opinar respecto de su propia situación, y termina combatiendo por la suma que se les designe.

Por supuesto que jamás existe constancia de las 'propinas' recibidas por los deportistas, so pretexto -al decir de los empresarios a cargo del negocio- de "que no se entere de DGI, porque te hacen descuentos que después se roban lo políticos".

Es a raíz de esta injusta situación que exigimos la intervención de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), conducida por el Sr. Ricardo Echegaray que intervenga en los negocios administrados por managers y promotores de la FAB e, incluso, de la Comisión Directiva de la Federación Argentina de Box, antes mencionada.

En tal escenario, podrá comprobarse in situ que existe, entre los personajes citados, una suerte de asociación mafiosa que redunda en un perjuicio de los boxeadores en nuestro país.

Dicho sea de paso -y a criterios de ilustrar lo denunciado-, es válido destacar que la empresa 'OR Promotions' -organizadora del festival de boxeo presentado en el Luna Park el 11 de junio del año de en curso- es una entidad fantasma. Solo justifica su existencia a la hora de facturar y, si acaso le es exigida responsabilidad alguna, ésta es inexistente.

Sus dueños, Osvaldo Rivero y su hijo Sebastián Rivero, determinan el horario de entrenamiento de los boxeadores, con qué entrenador deben hacerlo y con quién pelean. Conforme lo señalábamos líneas arriba, los púgiles no tienen posibilidad alguna de opinar, ni siquiera consultar sobre cuánto se les abonará por el servicio que brindan. Sobra decir que tal situación es inaceptable, en tanto que es tomada como una verdadera falta de respeto.

En definitiva, Señores, se trata de tomar partido e intervenir, o de aceptar el retorno de la esclavitud.


ADEBOAR (Asociación para la Defensa de los Boxeadores Argentinos)
Sitio web: http://adeboar.blogspot.com.ar/
Sergio Víctor Palma | Héctor Velazco