Cultores del calentamiento global cocinan datos para acomodar sus teorías

A la gente del "piensa globalmente" (Think Globally) se ponen intolerantes cuando la historia del calentamiento global no suena tan aterradora como la local.

Los activistas del cambio climático tomaron el reciente informe de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), que muestra que 2012 ha sido el año más cálido registrado en la región continental de Estados Unidos. Confeccionaron un truco de prestidigitación geográfica y le dieron vueltas, hasta convertirlo en una historia como la de la película Chicken Little pero, esta vez, referida al calentamiento global.

"El precio de tener que lidiar con un cambio climático desenfrenado hace que el abismo fiscal parezca una grieta en la acera", comentó Angela Anderson, de la Unión de Científicos Preocupados. La senadora Barbara Boxer (Demócrata, por California) se hizo eco de esta hipérbole: “Los hechos hablan por sí solos: ya sea el anuncio de hoy de la NOAA de que 2012 fue el año más cálido registrado o la devastación causada por la supertormenta Sandy, las predicciones del peligroso impacto del cambio climático se están haciendo realidad ante nuestros ojos”.

Pero, ¿cuáles son los hechos?

Aunque 2012 fue el año más cálido en Estados Unidos, sin incluir Alaska y Hawaii (es decir, no en el planeta, ni en América del Norte y ni siquiera en todo Estados Unidos), sólo fue el noveno año más cálido de los últimos 34 a nivel global (el período durante el cual se han estado recogiendo datos precisos mediante el uso de satélites). El año más cálido de ese período de tiempo coincidió con 1998. De hecho, el promedio de las temperaturas globales se ha estabilizado durante los últimos quince años.

Esta ausencia de calentamiento no había sido predicho por parte de ninguno de los modelos climáticos relativos a la 'inminente catástrofe', y ya se ha convertido en un motivo de bochorno para los mismos. En un anuncio hecho público en Navidad, con la esperanza de que nadie le diese importancia, el Met Office (el servicio meteorológico del Reino Unido) dio marcha atrás y publicó unas proyecciones de temperaturas que anticipan un incremento espectacularmente menor de las mismas durante la próxima década.

Pero aunque los activistas del clima estén decididos a no mirar más allá del suceso meteorológico más reciente o del año pasado con el fin de buscar pruebas de la tendencia del clima, aun así no parece que tengamos ante nuestras puertas ningún calentamiento global catastrófico. Y es que, aunque en 2012 los estadounidenses disfrutaron de poder dejar los abrigos en el armario un poco más de tiempo, los chinos están teniendo el invierno más frío en décadas, mientras que las Islas Británicas se están preparando para soportar lo que el Daily Mail ha denominado como un "estallido Artico".

La evidencia del calentamiento global debería ser, lógicamente, global. 2012 no fue el año más cálido de la historia y no ofrece las pruebas del calentamiento acelerado que los fanáticos del cambio climático han estado prediciendo durante décadas, sin importar que no se hayan visto pruebas del mismo.

¿Aún sigue creyéndole a los histéricos? Pues deje de preocuparse, porque ya es demasiado tarde: James Hansen, de la NASA, explicó en 2009 al periódico The Guardian que el presidente estadounidense Barack Obama tenía cuatro años para alejar al mundo de ese catastrófico calentamiento. Aunque -a pesar de la orden de James Hansen- el cielo no se haya caído, como pudo comprobar Chicken Little.