Venezuela: Hugo Chávez y la economía, en cuidados intensivos
La no aparición el pasado 10 de enero en Caracas del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en lo que iba a ser la toma de posesión de su cuarto mandato presidencial, alimentó las dudas sobre su capacidad para asumir, en algún momento, sus deberes como jefe de estado.
La no aparición el pasado 10 de enero en Caracas del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en lo que iba a ser la toma de posesión de su cuarto mandato presidencial, alimentó las dudas sobre su capacidad para asumir, en algún momento, sus deberes como jefe de estado.
El verdadero pronóstico de la salud de Chávez es un secreto conocido solamente por los doctores que lo están tratando en La Habana, Cuba, por los altos cargos de su círculo más íntimo y, desde luego, por el dictador de Cuba, Raúl Castro. Todas las fases del tratamiento de la enfermedad de Chávez, como observó The Economist, se parecen más al que se solía asociar con un “monarca absolutista” que con el de un jefe ejecutivo electo y que tiene la obligación de rendir cuentas ante su pueblo.
Mientras la atención se centra en que sobreviva Chávez, así como también en la batalla política, la economía de Venezuela también parece estar conectada a un respirador artificial.
Como predijo Moisés Naím, de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional (http://www.carnegieendowment.org/), “El presidente Chávez ha legado una crisis económica de proporciones históricas a la nación”.
Por su parte, Alvaro Vargas Llosa, del Instituto Independiente, argumentó que “La economía está en una situación tétrica: la inflación está llegando al 25% y una inminente devaluación la exacerbaría aún más. No se produjo ningún crecimiento económico en 2011 y el año pasado se generó artificialmente gracias a un colosal déficit fiscal (que suma más del 16% del PIB). La deuda pública es ahora 10 veces mayor que cuando Hugo Chávez llegó al poder”.
Y, tal como añadió el analista conservador David Frum, “A pesar de la vasta riqueza petrolera, la economía venezolana ha ido dando tumbos hasta meterse en unos apuros terribles. La inflación ruge al 25%, el desempleo sobrepasa el 8%, la economía no relacionada con el petróleo se ha estancado, los apagones eléctricos van y vienen con regularidad y los productos básicos, como el arroz y los frijoles, se han vuelto escasos en los mercados y se deben obtener en forma de raciones en los almacenes controlados por el gobierno”.
Jaime Daremblum, del Instituto Hudson, clasificó a Venezuela como “una de las naciones económicamente más disfuncionales del hemisferio occidental”.
El Indice 2013 de Libertad Económica revela que “El puntaje de libertad económica de Venezuela es de 36.1, lo que hace de su economía la 174ª más libre dentro del Indice 2013. Ha perdido 2.0 puntos respecto al año pasado, reflejando un deterioro de las libertades de empresa y laboral así como de la libertad frente a la corrupción, además de sufrir un explosivo incremento del gasto público en los momentos previos a las elecciones de 2012. Venezuela se sitúa en el puesto 28º entre los 29 países de la región América del Sur y Central/Caribe, habiendo registrado su puntaje general uno de los 10 mayores descensos del Índice 2013”. Esto coloca a Venezuela prácticamente en el fondo de la clasificación del Índice.
Incluso si Chávez consigue volver a Caracas para jurar el cargo de presidente, su receta para la achacosa economía del país será una dosis fatal de mayor intervención gubernamental, el incremento en los niveles de saqueo de la industria petrolera nacional, y más endeudamiento.
El Doctor Ray Walser es Analista Senior de Políticas para América Latina en el Centro para Estudios de Política Exterior Douglas y Sarah Allison (Douglas and Sarah Allison Center for Foreign Policy Studies), división del Instituto de Estudios Internacionales Kathryn y Shelby Cullom Davis (Kathryn and Shelby Cullom Davis Institute for International Studies), en la Fundación Heritage.