México, listo para convertirse en un "tigre azteca"

El recientemente arribado presidente mexicano Enrique Peña Nieto busca modernizar la economía del país, y la herramienta que ya figura en su agenda es la reforma laboral.

Y es un tema pendiente desde hace mucho tiempo. De acuerdo con el Indice de Libertad Económica 2013 -elaborado en conjunto entre la Fundación Heritage y The Wall Street Journal-, México rankea debajo de la media mundial en libertad laboral, y los poderosos intereses especiales de la nación han llevado a cabo reformas poco efectivas en el pasado. Se recomienda visitar el link http://www.heritage.org/index/country/mexico (en inglés).

Tal como lo refleja el Indice, un código laboral inflexible hace difícil para los empleadores poner punto final al contrato de trabajadores que, por las razones que fuere, no cumplen con las expectativas en sus respectivos puestos. El resultado: baja productividad y reducidos márgenes de ganancias para firmas que luchan para mantenerse en pie en tiempos difíciles.

El gremio de docentes de México -el más grande de América Latina, con alrededor de 650 mil miembros- ilustra un ejemplo de cómo los intereses especiales enquistados en el sistema consolidan estas ineficiencias. El sindicato promueve a los maestros en base a la lealtad y la antigüedad, mas no el mérito. El código laboral mexicano, por su partte, falla a la hora de responsabilizar a los educadores por la calidad de la instrucción que brindan. A fin de cuentas, estas políticas solo terminan perjudicando a los estudiantes a quienes los profesores declaman ayudar.

Peña Nieto ya ha convencido a la conducción de su partido político -el Partido Revolucionario Institucional, el partido político mexicano tradicionalmente pro-sindicalismo- a aprobar una legislación que restrinja el poder de los gremios dentro del sistema educativo y que promueve a los maestros en base al mérito. Reformas estructurales como ésta son las que se necesitan para transformar a la lenta y pesada economía mexicana en el "Tigre azteca" que muchos economistas ya anticipan.

En tanto los beneficios surgidos de nuevas reformas laborales comienzan a reflejarse en la performance económica del país, México se encontrará en una excelente posición para superar a sus competidores globales. Su proximidad geográfica con los Estados Unidos de América y su participación en numerosos acuerdos de libre comercio deberían permitirle a México convertirse en un circuito industrial global de peso dentro de los próximos cinco años.

Peña Nieto tiene un durísimo y muy largo camino por delante, pero sus reformas podrían convertir a su país en una fuerte economía de mercado emergente, en un trayecto hacia mayor libertad económica y prosperidad.

* Traducción al español: Matías E. Ruiz