El programa nuclear de Irán avanza, en medio de informes sobre terrorismo
De manera desafiante, la República Islámica de Irán continúa expandiendo su programa de enriquecimiento de uranio, a pesar de las sanciones internacionales recibidas y las múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
De manera desafiante, la República Islámica de Irán continúa expandiendo su programa de enriquecimiento de uranio, a pesar de las sanciones internacionales recibidas y las múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Así lo refleja un informe desarrollado por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). Teherán ha procedido a instalar centrifugadoras de diseño avanzado que incrementarán la tasa de enriquecimiento y reducirán la cantidad de tiempo necesaria para adquirir materiales fisibles para la construcción de un arma nuclear.
El informe también indica que Irán planea dar inicio a las operaciones en un reactor de agua pesada en Arak, para comienzos de 2014. La instalación tendrá la capacidad de producir el plutonio suficiente para armar hasta dos bombas por año. Ello dotará a Teherán de una segunda ruta para llegar a disponer de un arma nuclear.
El pasado 6 de febrero, el Líder Supremo iraní, el Ayatollah Ali Khamenei, rechazó la oferta surgida de la Administración Obama, tendiente a conducir conversaciones bilaterales sobre la cuestión nuclear. El líder espiritual acusó a los Estados Unidos de "empuñar un arma frente a la nación iraní y decir: 'Hablemos; de otro modo, dispararemos'". Este rechazo disminuyó las ya de por sí bajas expectativas frente a la posibilidad de que las conversaciones programadas para este martes 26 en Kazakhstán puedan compartir un resultado favorable.
Mientras tanto, se conocieron nuevos informes relativos al apoyo de los iraníes para con el terrorismo y los movimientos insurgentes en numerosos frentes en el globo. El pasado jueves, el gobierno nigeriano anunció haber arrestado a miembros de la "célula terrorista" entrenada por Irán que planeó el ataque contra objetivos estadounidenses e israelíes en aquella nación africana. El dato se conoció apenas el gobierno de Bahrein acusó a la Guardia Revolucionaria de Irán de establecer una célula terrorista que planeaba atacar el principal aeropuerto del país y atentar contra la vida del ministro del interior.
El pasado miércoles, un miembro del grupo terrorista Hezbollah -respaldado por Irán- admitió durante su juicio en Chipre haber recolectado información sobre recorridos de autobuses que transportaban a turistas israelíes. Fue arrestado durante el pasado mes de julio, ni bien cinco turistas de Israel y un conductor de autobús de ciudadanía búlgara fueron asesinados en el ataque con bombas por parte de Hezbollah en Burgas, Bulgaria.
La revelaciones relativas al proceso judicial en Chipre generarán presiones extra para la Unión Europea, a fin de que designe a Hezbollah como una organización terrorista. Declaración que se ha venido demorando durante años.
Irán ha evitado abonar un precio significativo por su trayectoria de largo tiempo en apoyo del terrorismo internacional, y los funcionarios iraníes continúan siendo recompensados por su labor en esta guerra que Teherán lleva adelante en las sombras. Esta semana, uno de ellos anunció su candidatura a la presidencia del país, en las elecciones a celebrarse próximamente durante junio. Se trata de Ali Fallahian, antiguo ministro de inteligencia requerido por Interpol, dado su involucramiento con el bombardeo de un centro judío en Buenos Aires, Argentina, y que terminara con la vida de ochenta y cinco personas.
El registro sangriento de Irán en su faena de exportación de terrorismo es una razón principal para que este país vea bloqueados sus esfuerzos tendientes a hacerse de las armas más destructivas del planeta.
Traducción al español: Matías E. Ruiz