El discurso de Cristina Kirchner, lejos de lo que la ciudadanía esperaba oír
Consideró que el intento de "democratizar" la justicia es, en realidad, una estrategia para politizarla. Sin embargo, coincidió en el hecho de no mejorarles la oferta a los bonistas que quedaron fuera del canje de la deuda.
El Diputado Nacional y presidente del Bloque Frente Peronista, Enrique Thomas, consideró que el discurso de apertura de sesiones ordinarias que brindó la Presidente Cristina Fernández de Kirchner estuvo "alejado de la realidad y de lo que la mayoría de la gente quiere escuchar".
"Por momentos, parecía que la Presidente de la Nación se confundía y leía el discurso de apertura de las sesiones legislativas de Suiza", consideró el legislador, para quien la jefe de estado "omitió hablar de los verdaderos problemas del país como la inseguridad, la inflación y el deterioro democrático de las instituciones".
En este sentido, aseguró que los índices de gestión a los que Fernández Wilhelm hizo mención "están distorsionados y fuera de contexto. Es fácil hablar de crecimiento cuando se toman sólo variables absolutas y no se las interpreta como debieran ser. No existe autocrítica en nada; así, cualquiera vive en el país de las maravillas".
En tanto, sobre los proyectos citados por la primera mandataria a criterio de realizar cambios en la Justicia, consideró: "Estoy a favor de una justicia más transparente y democrática pero no más politizada, como intenta el gobierno".
Al respecto, hizo hincapié en el proyecto para reformar las elecciones de los aspirantes al Consejo de la Magistratura: "Existen formas más inteligentes de hacerlo, porque si el órgano que debe designar a los jueces y evaluar sus rendimiento se rige por la voluntad popular, entonces el gobierno que ostente la mayoría podrá imponer sus candidatos y tendremos una justicia adicta". Además, aseveró que "mientras Norberto Oyarbide siga en su cargo, es irrisorio hablar 'democratizar' la Justicia".
Por último, en cuanto a la polémica por el pago a holdouts (acreedores que quedaron fuera del canje de la deuda), Enrique Thomas avaló la decisión presidencial de no mejorarles la oferta. "No podemos dejar que unos especuladores vengan a pedir lo que se les ocurra. Es absurdo, y pagar los valores que piden significaría arruinar la economía nacional. Estoy a favor de que se pague, pero a los valores que la mayoría decidió aceptar cuando se abrió el canje de la deuda".