Chipre: ciudadanos millonarios y de bajos ingresos verán sus cuentas bancarias asaltadas

La República de Chipre ha acordado un rescate con la Unión Europea; ello terminará con el gobierno asaltando las cuentas bancarias de todos aquellos que residen en el país.

En julio de 2012, Chipre se convirtió en el quinto miembro de la Eurozona en precisar un rescate. Ocho meses después, Chipre acordó un paquete de ayuda financiera por €10 mil millones (US$13 mil millones) con sus pares del continente y la troika del Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

A criterio de financiar este rescate, se impondrá un impuesto sobre las tenencias de privados en las cuentas bancarias de los ciudadanos chipriotas. Para evitar pánico y una corrida bancaria en los bancos, la decisión fue anunciada cuando los bancos ya habían cerrado. Pero los cajeros automáticos se encuentran ahora vacíos, y las transferencias bancarias en modo online han sido suspendidas. Los bancos continúan cerrados hoy en Chipre debido a un feriado nacional, y podrían continuar así por uno o dos días más.

Esta es la realidad para el más de un millón de personas que vive en el país. Ricos y pobres -por igual- verán su dinero asaltado por el gobierno. Los detalles exactos de este plan están siendo discutidos. No obstante, se espera que aquellos con menos de €100 mil en sus cuentas sufrirán un 3% de quita por la administración central, para financiar el rescate recibido. Aquellos que posean entre €100 mil y €500 mil en sus cuentas, padecerán un recorte del 10%; quienes tengan más de €500 mil perderán un 15%.

Esto afectará a cada una de las personas que guardan su dinero en los bancos chipriotas. Incluye, por cierto, a los ciudadanos no-chipriotas, tales como los oligarcas rusos y los casi mil estadounidenses que residen en Chipre.

Hace poco, Wolfgang Schäuble -ministro alemán de Finanzas- dijo al mundo que "Europa había superado ya lo peor de la crisis". Esto debió sonar completamente ridículo para aquellos que perderán hasta el 15% de su dinero guardado en el sistema bancario. Ya mismo, las culpas han comenzado a repartirse a lo largo de la Unión Europea pero, en tanto existe demasiada gente involucrada en este controvertido asunto del rescate, nadie sabe con certeza a quién responsabilizar.

La crisis de la Eurozona ha revelado grietas profundas en todos los aspectos del Proyecto Europeo. Este exceso de confianza por parte de aquellos fervientes partidarios de establecer una entidad supraestatal europea a cualquier precio se oculta detrás de la burocracia de Bruselas, mientras el europeo promedio sufre. Si la UE respalda estas medidas económicas draconianas en Chipre, no habrá nada que los detenga, más tarde, a la hora de apoyar acciones similares en otras languidecientes economías de sus aliados -países como Irlanda, Italia, Portugal y España deberían considerar esta advertencia.

¿Se tratará aquí de un final para la miseria, o de una miseria sin final? Europa necesita regresas a las bases fundamentales de la democracia. El poder necesita ser devuelto a los estados miembros, y a sus ciudadanos, al tiempo que se exigen políticas económicas tendientes al crecimiento. Las intrusivas y excesivas regulaciones de la UE necesitan ser reducidas. El gasto exagerado que se lleva a cabo en Bruselas debe llegar a término. Los excesivos pedidos de préstamos y programas basados en derechos también deben terminar. Mientras esto no suceda, los ciudadanos de Europa pagarán muy cara la incompetencia de Bruselas.

* Traducción al español: Matías E. Ruiz