La importancia de la reforma educativa en México
Desde que llegó al cargo como nuevo presidente de México, Enrique Peña Nieto dejó claro, rápidamente, que iba a enfurecer a uno de los grupos más influyentes, responsable de bloquear el progreso de México: los sindicatos educativos.
Desde que llegó al cargo como nuevo presidente de México, Enrique Peña Nieto dejó claro, rápidamente, que iba a enfurecer a uno de los grupos más influyentes, responsable de bloquear el progreso de la nación: los sindicatos educativos. Como era de prever (y al igual que sucede en Estados Unidos), los sindicatos educativos están molestos con ciertas ambiciosas reformas educativas que tienen como objetivo incrementar su obligación de rendir cuentas sobre el funcionamiento del sistema educativo en el país.
Como lo informáramos oportunamente, México parece preparado para llevar a cabo una reforma de la educación, como se evidenció con la publicación el año pasado del documental titulado De Panzazo (www.depanzazo.mx/), que expone la situación decrépita de un sistema público escolar mexicano proclive a la corrupción. Entre las revelaciones más problemáticas de la película, se citaba a la vieja práctica (con décadas de antigüedad) de comprar y vender el puesto de profesor.
Los sindicatos de profesores han respondido a los cambios realizando enormes y perjudiciales protestas públicas, afirmando que las reformas conducirán a una completa privatización del sistema educativo mexicano.
Sin embargo, existen pocas pruebas para respaldar esas acusaciones, siendo que, además, los sucesos en México nos recuerdan las mismas tácticas empleadas en Estados Unidos cuando los sindicatos temen perder el poder y el control sobre un sistema que normalmente les favorece a ellos, en lugar de que favorcer los intereses de los estudiantes.
Como símbolo de los excesos de este sistema, hemos visto a Elba Esther Gordillo (conocida como 'La Maestra') quien, como líder del sindicato de profesores del país, ha amasado toda una fortuna personal mientras vivía de modo extravagante y ejercía considerable influencia sobre los principales políticos. Gordillo se ha asegurado de que los sindicatos educativos hayan estado exentos de responsabilidad y de tener que rendir cuentas durante años. Mientras tanto, cerca de la mitad de los estudiantes mexicanos de secundaria abandonan los estudios.
Gordillo fue arrestada recientemente bajo la acusación de fraude e indecencia. Al permitir actuar a la justicia, el presidente Peña Nieto ha enviado el firme mensaje de que a su administración no le tiembla la mano para enfrentarse a un miembro poderoso de este influyente lobby.
El camino hacia unas reformas significativas de la educación (especialmente aquellas que tienen la capacidad de hacer cumplir la ley) se hará más complicado para Peña Nieto a partir de ahora, pero su actuación de los próximos meses nos ofrecerá un atisbo de lo que los estadounidenses pueden esperar de su vecino del sur. La presión por parte de las fuerzas sindicales y progresistas seguramente se intensificará a medida que sus reformas alcancen el sistema legislativo, y será interesante comprobar si Peña Nieto es capaz de mantener sus intenciones frente a una oposición tan numerosa.
Además de las reformas educativas, Enrique Peña Nieto está impulsando otras reformas ambiciosas que alterarían los importantes sectores de las telecomunicaciones y la energía. Si Nieto tiene éxito en la aprobación de estas reformas, estas podrían hacer maravillas para espolear el crecimiento económico de México.
Sin dudas, Estados Unidos se beneficiaría de unas relaciones bilaterales con México aún más fuertes, si su vecino del sur lograra mejorar su sistema educativo y hacer crecer su economía, con el objetivo de crear oportunidades para los mexicanos en su propio país.