Argentina clausura centros públicos y privados para atención de adictos
SEDRONAR (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha Contra el Narcotráfico de la Presidencia de la Nación) acomoda la normativa para quitar los permisos y habilitaciones a los centros privados de asistencia de adictos a drogas.
SEDRONAR (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha Contra el Narcotráfico de la Presidencia de la Nación) acomoda la normativa para quitar los permisos y habilitaciones a los centros privados de asistencia de adictos a drogas.
La nueva normativa del órgano exige quinece (15) metros cuadrados por cama en las Comunidades Terapéuticas, a sabiendas de que ninguna podrá cumplir con tal norma, salvo que se encuentren situadas en edificios de tamaño similar al del Palacio de Buckingham.
El objetivo de quienes llevan adelante esta dañosa normativa coincide con su idea de hacer desaparecer la atención privada de drogadependientes dado que, para ellos, estos espacios de salud son "campos de concentración". De tal suerte que dejan el campo abierto para que queden en pie los espacios de reducción de daño, núcleos que enseñan a los jóvenes cómo drogarse "con éxito". Finalmente, la atención del adicto queda reducida a la órbita del hospital público, vistas las consecuencias de su consumo, pero no se trata a la enfermedad en sí misma.
La meta es que Naciones Unidas no publiquen los índices reales que hacen a la dependencia de las drogas en el país, en desmedro de la protección de la vida de los ciudadanos, y que es el verdadero objetivo que el Gobierno Nacional debiera perseguir.
Algo similar se está llevando a cabo en la Provincia de Buenos Aires con los CPA (Centros Provinciales de Asistencia). La Administración Scioli los asfixia económica y financieramente, puesto que desde hace meses ha dejado de abonar las tarifas de electricidad, gas corriente y los alquileres de estos espacios: la Gobernación los condena al cierre definitivo.
Al extinguirse los centros privados de atención, las becas para tratamiento que ofrecía SEDRONAR dejarán de ser necesarias, y la rehabilitación del adicto en la Argentina será un privilegio al que solo podrán tener acceso las clases altas que puedan pagarlo. El resto morirá en las calles, puesto que ya ni siquiera contarán con la ayuda de los nobles profesionales que se desempeñaban en centros públicos especializados.