El Gobierno Nacional gastó un millón de pesos por cada gol
El fútbol argentino es malo, dicen algunos. Se lucha mucho y se juega poco. Los sibaritas del balompié suelen rebuscar, entonces, los partidos de la Premier League (Inglaterra), la Liga (España), la Bundesliga (Alemania), la Eredivise (Holanda)...
El fútbol argentino es malo, dicen algunos. Se lucha mucho y se juega poco. Los sibaritas del balompié suelen rebuscar, entonces, los partidos de la Premier League (Inglaterra), la Liga (España), la Bundesliga (Alemania), la Eredivise (Holanda), la Ligue (Francia) y hasta de la áspera Serie A (Italia), intentando llenar sus ojos con pases precisos, gambetas vertiginosas y, sobre todo, con goles, la quintaesencia del fútbol.
El fútbol local no infla demasiado la red. En lo que va del año, en el "Torneo Final Eva Perón - Copa Juana Azurduy", se han computado 270 goles, arrojando un promedio de 2,2 goles por partido.
Este solo dato debería hacernos pensar en la impericia de nuestros futbolistas a la hora de atinarle al arco, o en la demasiada fricción en nuestro juego, si no fuera por la fabulosa cifra que ha costado a los contribuyentes cada uno de esos goles. En lo que va del año, cada gol del "Torneo Final Eva Perón" ha costado $1.023.000 al Tesoro Nacional. Una cifra para nada desdeñable, sobre todo cuando se la compara con las numerosas demandas insatisfechas en materia de servicios públicos; muchas de ellas, de suma urgencia.
El presupuesto anual destinado a Fútbol para Todos es de $1.201 millones. Hasta el momento, ya se han gastado $276 millones, lo que remite a un millón de pesos por cada gol hecho. Cabe recordar que el año pasado el Jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, hizo uso de los "superpoderes" para permitirse reasignar una cifra de $1.287 millones para el fútbol, cuando en el presupuesto inicial sólo figuraban $698 millones. Se habían quedado cortos: todavía hemos de ver cuál será, finalmente, el gasto de este año.
Este adiposo gasto en un rubro prescindible podría invitar, apenas, a una discusión relacionada con las prioridades de un gobierno que pretende entretener a su población, cuando el financiamiento del Estado está se exhibe ausente en temáticas bastante más importantes.
Sin embargo, el tema se enrarece al comprobar que el fútbol es un millonario medio público para adoctrinamiento político. La Administración ha fracasado en la instalación de sus programas propagandísticos. Por más pauta oficial que se le destine, la gente no los elige masivamente y migra hacia otras señales. La pasión por el fútbol, no obstante, es innegociable. El kirchnerismo lo entiende bien.
Por este motivo, está dispuesto a pagar un millón de pesos por cada gol que se grita en el torneo, a cambio de poder inundar con spots oficiales las transmisiones. Los entretiempos son el único producto mediático masivo del gobierno. Por ello -y ya, dejando de lado toda formalidad-, los utiliza con alevosía para criticar a la oposición, ensalzar a Cristina Fernández, y a mostrar una Argentina próspera y de "buena gente". En un año electoral, es esperable que estos avisos incrementen su intensidad y que el dinero gastado en "Fútbol para Todos" sea mayor al presupuestado, tal como sucediera durante 2012.
Casi todos tenemos un corazón futbolero. No se pretende que esto cambie. Pero la idea es que, cada vez que gritemos un gol, sepamos cuánto nos costó.