Arrestos hechos por ataque contra soldado francés confirman aumento de la radicalización
Poco antes de las 6 pm del pasado sábado, el soldado francés Cedric Cordier se encontraba patrullando las instalaciones del subterráneo de populosos comercios bajo la afamada La Grande Arche de la Defense en París...
Poco antes de las 6 pm del pasado sábado, el soldado francés Cedric Cordier se encontraba patrullando las instalaciones del subterráneo de populosos comercios bajo la afamada La Grande Arche de la Defense en París, cuando fue sorprendido por un atacante no identificado. Sin mediar provocación, el individuo insertó un elemento cortante en el cuello de Cordier (por poco, no alcanzó su arteria carótida), y luego abandonó la escena.
El ataque tuvo lugar tres días después del brutal asesinato del soldado británico Lee Rigby en las calles de Londres, en lo que fue interpretado como un acto de terrorismo que sacudió al Reino Unido.
Las tensiones se incrementaron, en tanto la preocupación se concentró en si acaso el ataque contra Cordier fue motivado por el subrepticio fanatismo que llevó al asesinato de Londres.
Ahora, un ciudadano francés sospechoso -de 22 años de edad-, identificado solamente como "Alexandre", fue arrestado en conexión al ataque parisino, y las autoridades admiten que el atacante pudo haberse visto motivado por ideas radicales.
Una cámara de circuito cerrado de televisión muestra, en apariencia, al agresor rezando breves instantes previos al ataque, y el fiscal francés Francois Molins declaró que el episodio fue un acto de terrorismo. La ley antiterrorista francesa permite que un sospechoso sea retenido hasta por 96 horas sin que, en ese lapso, se le formule cargo alguno.
"La naturaleza del incidente, el hecho de que tuvo lugar tres días después de lo de Londres, y el rezo previo a la acción, nos llevan a creer que el individuo actuó sobre la base de ideología religiosa, y que su deseo era ejecutar un ataque contra un representante del Estado", declaró Molins.
Las muestras de ADN vinculadas a una botella de jugo de naranja, sumada al video, ayudaron a las autoridades a rastrear al sospechoso, que fue localizado en la localidad de La Verriere, 30 kilómetros en las afueras de París.
El homicidio de Rigby y el ataque contra Cordier, en el lapso de una semana, subrayan los peligros que debe enfrentar el personal militar, ya sea desplegado en el exterior o fronteras adentro. Los ataques incluso llevan la atención al conflicto en curso que protagoniza la radicalización a nivel local, que continúa afectando a la sociedad occidental.
Michael Adebolajo, uno de los agresores capturados en film después de la muerte de Rigby, nació y se crió en el Reino Unido, antes de convertirse al islamismo radical en sus años de adolescente. Se cree que Adebolajo asistió a demostraciones públicas dirigidas por Anjem Choudary, antiguo líder de la organización islamista -ahora prohibida- al-Muhajiroun.
Choudary ha enfrentado duras críticas por su virulenta promoción de ópticas extremistas.
De igual modo, el atacante de París ha sido descripto como un converso al Islam a la edad de 18 años. El fiscal Molins declaró que el agresor era conocido por la policía, mayormente por la comisión de delitos leves, pero que el ataque sobre Cordier se relacionaba, con toda probabilidad, por sus visiones extremistas. La actividad criminal previa del sospechoso condujo a que su perfil de ADN comience a encontrarse disponible para las autoridades.
Los ataques en París y Londres continúan demostrando la amenaza persistente de la radicalización a nivel local y sus atendibles consecuencias. La naturaleza asimétrica de la radicalización y el terrorismo doméstico, en conjunción con las dificultades particulares asociadas al combate de perpetradores que actúan en solitario, continúan representando un desafío para el personal de seguridad interior y contraterrorismo.*
* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés: http://blog.heritage.org/2013/05/31/arrest-made-in-attack-on-french-soldier-suggests-homegrown-radicalization/