Estados Unidos: el impuesto sobre transacciones en Internet acabará con mi negocio

Hola, mi nombre es Catesby Jones.

Poseo una pequeña empresa llamada Peace Frogs, localizada en el estado de Virginia. Mi treintena de empleados y yo confeccionamos camisetas y otras cosas con estilo. Somos una compañía positiva a la que le encanta poder hacer todo nuestro trabajo desde Gloucester, donde crecí.

Lo que lo hace posible es Internet. Al tener acceso a una cartera de clientes a nivel mundial, las compañías de zonas rurales como la nuestra pueden prosperar y tener una presencia mucho mayor que la que de otro modo tendrían si se basaran en los modelos de venta tradicionales.

Es por eso que me encuentro terriblemente preocupado acerca del impuesto a las ventas por Internet que, por estos momentos, se está debatiendo en Washington.

Se trata de un ataque a las pequeñas empresas como la mía. Si echa Usted un vistazo a quienes se están posicionando a favor y en contra de la mal llamada Ley del Mercado Justo (MFA), verá que la mayoría de las grandes corporaciones están arremetiendo contra nuestras pequeñas empresas. Estas disponen de los cabilderos para hacer lobby, de la fuerza y de todo lo necesario para imponer gravosas regulaciones a los emprendedores en Internet. Y nosotros no tenemos el mismo acceso a Washington.

Me he expresado contra esta amenaza, y recientemente compartí mi situación con la Fundación Heritage. Visitaron nuestras instalaciones y les expliqué cómo perjudicaría al crecimiento de mi empresa el impuesto a las ventas por Internet.

Internet ofrece las mejores oportunidades a los residentes de Gloucester para dirigir una empresa desde casa. No hay muchas otras herramientas empresariales que permitan este tipo de flexibilidad de mercado. Sin embargo, un impuesto a las ventas por Internet amenazaría el bienestar de mi familia y de las familias de mis empleados, y tendría como resultado unos precios más altos para mis clientes.

Los defensores del impuesto a las ventas por Internet me quieren convertir en un recaudador de impuestos para cada una de las 9,646 jurisdicciones fiscales de nuestro país. Su equivocada iniciativa podría poner a Peace Frogs en riesgo de sufrir inspecciones por parte de 46 estados, del Distrito de Columbia y de incontables territorios de Estados Unidos.

Necesitamos toda la ayuda posible para poder informar a los ciudadanos estadounidenses acerca de esto. Muchísimas gracias por leer mi artículo. Compártalo con su familia y amigos.

Viva con alegría. Haga el bien.