INTERNACIONALES: HELLE C. DALE

Irán restringe a disidentes antes de la elección presidencial

Previo a las elecciones presidenciales del próximo viernes, el liderazgo iraní ha atacado con dureza a periodistas, políticos disidentes y ciberactivistas, así como también a miembros de sus familias.

13 de Junio de 2013

Previo a las elecciones presidenciales del próximo viernes, el liderazgo iraní ha atacado con dureza a periodistas, políticos disidentes y ciberactivistas, así como también a miembros de sus familias. El régimen no ha dejado variable liberada al azar y ha mostrado determinación para evitar una repetición de las manifestaciones que siguieron a los comicios de 2009 que dieron inicio al movimiento opositor Partido Verde. Ya sea que el asunto tenga relación con los programas nucleares o misilísticos de la República Islámica, sus ambiciones por la preeminencia regional o el abuso de los derechos humanos, el régimen de Teherán comparte un problema internacional que continúa desafiando al gobierno estadounidense y a sus aliados.

La violenta andanada contra periodistas y disidentes conocidos durante los últimos meses coinciden con un intento de reprender preventivamente a aquellos ciudadanos iraníes que pudieran haber estado planeando movilizar a la oposición. Ya ha quedado en claro que los resultados de la elección serán alterados, en virtud de que numerosos candidatos han sido descalificados y que fue prohibida cualquier discusión relativa a la seguridad nacional.

Actualmente, 25 trabajadores de prensa y 26 netizens -ciudadanos que se manifiestan en el Internet- se encuentran en prisión en la República Islámica. Los periódicos atraviesan una época de severa censura y el discurso es todavía menos libre que lo acostumbrado. El número de otros disidentes puestos en prisión es difícil de establecer, pero la cantidad de arrestos se ha incrementado. En acuerdo con estimaciones, existen -a grosso modo- unos 2.600 "prisioneros de consciencia" en Irán hoy día, lo cual remite a una cifra asombrosa. Más aún, el régimen de Teherán está intensificando sus esfuerzos para restringir el acceso a la Red, en anticipación de la puesta en funcionamiento de la nueva Internet nacional iraní (firmemente regulada).

Entre los medios convertidos en objetivos se encuentran Radio Farda, financiada por Estados Unidos y que emplea mayormente a periodistas iraníes exiliados. Tal lo reportado por Radio Free Europe/Radio Liberty, miembros de las familias de Radio Farda han sido acosados y perseguidos con severidad. Armand Mostofi, director de Radio Farda, ha declarado que las fuerzas de seguridad presionan a parientes de los empleados de la estación radial, emplazándolos a poner punto final a sus conexiones con la radio, y han conducido a sus familiares a interrogatorios en, al menos, nueve oportunidades. Los trabajadores de la transmisión han sido objetivos, asimismo, de ataques cibernéticos, motorizados desde el régimen.

El gobierno estadounidense abandonó sus esfuerzos ya durante los comicios anteriores, dejando de prestar apoyo al primer movimiento político independiente que la República Islámica ha visto en años y precursor de las revueltas conra los autócratas que, próximamente, sacudirán al mundo árabe. En esta oportunidad, la Administración Obama se encuentra advertida de lo que podría sobrevenir luego de finalizada la elección presidencial del viernes, y no podrá declamar que las consecuencias representen una sorpresa. Bajo el actual escenario, tomar partido por los asediados dignatarios de la libertad y los derechos humanos es un imperativo categórico.

Lectura complementaria: el poco verosímil proceso electoral de Irán: James Phillips en http://www.elojodigital.com/contenido/12130-el-poco-verosimil-proceso-electoral-de-iran

* Traducido al español por Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés en: http://blog.heritage.org/2013/06/12/iran-clamps-down-on-dissidents-before-election/

 

Helle C. Dale | Heritage Libertad, The Heritage Foundation