El martes pasado, el presidente estadounidense Barack Obama brindó un discurso en el Ala Este de la Casa Blanca, compartiendo loas para los esfuerzos del senado y el objetivo de la "Banda de los Ocho" de cara a aprobar la reforma inmigratoria. Rodeado de inmigrantes ilegales y líderes de sindicatos, entre otros, Obama dijo a la audiencia: "Si ustedes creen genuinamente que debemos arreglar nuestro sistema inmigratorio, no existe siquiera una sola buena razón para obstaculizar el camino de este proyecto". Dejando de lado tácticas dignas de porrista, sin embargo, el discurso del presidente remitió a falsas promesas y retórica vacía.
A continuación, los modos en que sus afirmaciones chocan con la realidad de los hechos.
Lo que dice Obama: "Antes que nada, y de ser aprobado, este proyecto se convertiría en el mayor compromiso con la seguridad fronteriza en la historia de nuestra nación... De manera tal que nadie está tomando el tema de la seguridad en las fronteras a la ligera".
Los hechos: Este proyecto promueve miles de millones de dólares en gasto adicional en seguridad fronteriza, sin requisitos específicos frente a en qué se gastará el dinero. Puede estimarse sin dudar que, al menos, US$ 2 mil millones exhiben un carácter de potencial corrupción. Quienes apoyan el proyecto promocionan requisitos para "certificar" tareas de seguridad de frontera, aún cuando sus estándares se presentan -en numerosas formas- como más débiles que la ley existente. Tampoco hay garantías frente a que esos "requisitos" puedan cumplirse.
Lo que dice Obama: "Este proyecto proveería un sendero para ciudadanía ganada, para los once millones de personas que residen en este país de manera ilegal. Y ese sendero es arduo. Habrá que superar revisiones de antecedentes".
Los hechos: La legalización de inmigrantes ilegales que propone el proyecto, que presume depositarlos en un sendero hacia la ciudadanía -por ejemplo, amnistía- tendrá lugar inmediatamente después de aprobado en el Congreso, y los requisitos para la revisión de antecedentes predisponen para el fraude y el abuso. El anteproyecto incluso determina que cualquier persona que se hallaba presente en el territorio de los Estados Unidos antes del año 2012 califica -pero no exigirá pruebas para que la persona certifique haber llegado al país antes de ese año. Se crea, pues, una enorme oportunidad para el fraude.
Lo que dice Obama: "Usted deberá aprender inglés".
Los hechos: El proyecto no incluye exigencias para que los inmigrantes ilegales aprendan el idioma. Solo exige que demuestren haberse enrolado para una clase de inglés.
Lo que dice Obama: "Usted deberá pagar impuestos".
Los hechos: El proyecto de inmigración tampoco exige a los inmigrantes que abonen impuestos atrasados, previo a alcanzar un estatus legal como ciudadanos. En lugar de ello, el proyecto solo exige que los beneficiados por la amnistía paguen "impuestos federales sobre ingresos evaluados". Esto significa que aquellos que hayan completado formularios sobre retorno de impuestos sobre los ingresos deberán abonar esos impuestos sobre el ingreso. Los inmigrantes ilegales, en cualquier caso, nunca presentan declaraciones impositivas y, dado que el proyecto no les exige prestarse primero a auditorías ni evaluaciones impositivas, no deberán pagar esos impuestos atrasados. Más aún, el proyecto no requiere pagos sobre ningún tipo de nóminas, a nivel local ni estatal.
Lo que dice Obama: "Y luego, Usted tendrá que dirigirse al final de la fila, detrás de todos aquellos que hayan hecho las cosas de la manera apropiada e intentado ingresar legalmente".
Los hechos: En la actualidad, más de cuatro millones de personas se encuentran fuera de los Estados Unidos intentando inmigrar en forma legal. Estos se encontrarán en desventaja, conforme el proyecto del presidente le otorgará estatus legal de manera inmediata a todos aquellos inmigrantes ilegales que ya se encuentren en territorio estadounidense.
Lo que dice Obama: "Este proyecto modernizará el sistema inmigratorio de una forma tal que, en tanto entrena a los trabajadores estadounidenses para los puestos de trabajo del mañana, también atraeremos a los mejor calificados entrepreneurs e ingenieros de todo el mundo que, a la postre, contribuirán al crecimiento de nuestra economía".
Los hechos: el proyecto de ley convertiría en impracticable al sistema de visas H-1B para trabajadores de alta calificación. La Sección 4211 propuesta por la "Banda de los Ocho" ha de destripar el programa H-1B, imponiendo nuevas y extremadamente severas restricciones. Forzará a los empleadores a pagar más altos salarios a empleados nucleados bajo H-1B que a trabajadores estadounidenses, y generará otra serie de restricciones que crearán una pesadilla burocrática para aquellos empleadores, involucrándolos en riesgos legales.
* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés: http://blog.heritage.org/2013/06/13/obamas-amnesty-speech-falsehoods-bogus-promises-and-empty-rhetoric/