Ecuador: así funciona la maquinaria de espionaje doméstico de Rafael Correa
Como si faltara algo a todo el escándalo y controversia que generase la presencia del ex contratista privado de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA), Edward Snowden en la política nacional ecuatoriana e internacional...
Como si faltara algo a todo el escándalo y controversia que generase la presencia del ex contratista privado de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA), Edward Snowden en la política nacional ecuatoriana e internacional, quien días atrás diera desde Hong Kong una conferencia revelando secretos de su país a rusos y chinos argumentando la supuesta vigilancia que el gobierno de su nación realiza sobre ciudadanos en particular y solicitando asilo político en un Ecuador que, de la mano de su Presidente Rafael Correa, ha tratado de dar la imagen de una nación “emblema” de la libertad de expresión a tan solo días de haber implementado la denominada “Ley de Comunicación” cuyo ejercicio no es ni nada más ni nada menos que le censura convertida en “Ley”, irónicamente surgen nuevas filtraciones que demuestran que la pantomima efectuada por Correa y su aparato propagandístico oculta una arista más siniestra, la de la existencia de una estructura de inteligencia que vigila diariamente a los ciudadanos y a la que no escapa ni el mismo Julian Assange, quien es controlado por medio de cámaras sobre todo lo que realiza dentro de la Embajada de Ecuador en Londres donde en sus ataques de ira producto del encierro que lo afecta severamente ya ha roto monitores, teléfonos, equipo y mobiliarios del estado ecuatoriano provocando reiteradas quejas del personal diplomático pero que el gobierno de Correa se encarga de mantener en secreto, mientras a la vez ya lleva gastados casi 600 mil dólares en la denominada “OPERACIÓN HOTEL” para extraer vía Sudáfrica-Argentina a Assange hasta Quito.
Tampoco quedan dudas sobre las aristas de la policía política de Correa cuyas garras se extienden hasta el mismo suelo norteamericano donde sus principales mandos se encuentran en tratativas de adquirir una franquicia de la conocida revista americana FORBES, a los efectos de mejorar los “números” y sanear las estadísticas de la economía ecuatoriana a nivel internacional desde el mismo “imperio” con el objetivo de consolidar la imagen de líder regional que Correa pretende canalizar tras la ausencia del extinto presidente venezolano Hugo Chávez Frías.
Pero si hay algo de lo que no hay ningún tipo de dudas es en la predominancia del doble discurso en el que por un lado se habla de libertad de expresión y por el otro se monta un aparato de espionaje y control digno de la envidia del mismo “Gran Hermano”.
Aunque en un principio la SECRETARIA NACIONAL DE INTELIGENCIA, SENAIN, hoy a cargo del economista Pablo Romero, hacía sus tareas de inteligencia con miembros de los grupos políticos que habían colaborado en la campaña presidencial de Correa y algunos contratados, por entonces a cargo del hoy canciller Ricardo Patiño Aroca, las deficiencias en el sistema de alerta de información política hoy denominado CAT o Centro de Alerta Temprana mediante el cual se informa al ministro y al Presidente sobre las actividades políticas opositoras en tiempo real; abrieron la veta a la especialización en materia de inteligencia por parte del intercambio de personal en países como Cuba, Rusia, Venezuela y Argentina así como también al negocio y es allí donde las compañías contratistas privadas -las que hacen las mismas tareas que las que empleaban a Snowden- llegan a la SENAIN de mano de Fernando Alvarado Espinel para brindarle servicios de “SOCIAL MEDIA INTELLIGENCE” o inteligencia de redes sociales, a cambio de cuantiosas cifras en dólares americanos que pagan todos los contribuyentes para ser espiados y controlados.
La empresa encargada del monitoreo de redes sociales, por medio del cual se elevan reportes sobre tuiteros y son los encargados de dar cumplimiento a los tristemente célebres “#SENAIN favor atender” casi histéricos soltados por Rafael Correa, a la vez que de generar tendencias en redes sociales con perfiles falsos de Twitter y Facebook, bajar de la web todos los videos que no son del agrado personal del SP (Señor Presidente), hackear cuentas de correo electrónico así como también son los que se encuentran detrás de la empresa ARES del catalán Jon Palma encargado de reclamar los derechos de imagen sobre todo aquello que no le guste a correa, opera con varios nombres fantasmas, una de ellas es ILLUMINATI LAB, aunque en los papeles se trate de EMERGING MC MEXICO, S.S. DE C.V., y que también subcontrata los servicios de una empresa de hackers rusos, argentinos y mexicanos denominada HACKING TEAM para la que, nuevamente, el contribuyente ecuatoriano desembolsa de su bolsillo cuantiosas sumas.
Para continuar leyendo esta nota -textos y documentos incluídos-, visite la URL http://analisis24.com/ecuador-asi-funciona-la-maquinaria-de-espionaje-domestico-de-rafael-correa/