El 10 de julio del corriente año, la Excelentísima Señora Presidente de la Nación, Cristina E. Fernández Wilhelm (viuda de Kirchner), anunció el aumento a las cúpulas Militares en la promocionada Cena de Camaradería. El incremento se presentaría dividido en dos fracciones del 12%, a ser percibidos con los haberes correspondientes a julio y agosto de 2013, por Decreto Número 855/2013.
El motivo de la presente columna desde luego no obedece a la publicación de una novedad como aquella, de tan escasa trascendencia, con la excepción de los interesados. Sin embargo, cualquier contable de las Fuerzas Armadas que sepa siquiera hacer algunas cuentas con un ábaco, debe tomar nota frente a que el salario de Personal Civil de Inteligencia (PCI) de la FF. AA. tiene relación directa con el haber básico del Coronel en actividad, conforme lo dispuesto por la Ley 19.101 y la Ley 25.520, que rige el área de desempeño de los mencionados servicios. Este incremento, de hecho, ya es percibido por el personal civil de inteligencia activo.
En acuerdo con nuestra fuente exclusiva del área de Inteligencia del Ejército Argentino, fue realizada una oportuna consulta a la Caja de Retiros y Jubilaciones de la Policía Federal Argentina -ente liquidador de los respectivos aportes- sobre cómo se liquidaría el mencionado aumento al personal en estado de retiro.
La sorpresa fue por demás mayúscula: se obtuvo por respuesta que, dado que el personal de Inteligencia de la Fuerza no se encuentra mencionado en el Decreto, no podían realizarse los respectivos cálculos de aumento de haberes, a pesar de que la ley así lo contempla. Al profundizar más sobre el tema, ampliamos nuestra capacidad de asombro. Esta, al decir del escritor Marco Denevi, en la Argentina, jamás se agota.
En la ayudantía de la Dirección de la Caja de Jubilaciones, presidida por el Comisario Mayor y Abogado, Juan Carlos Siro Pittano, se informó que solo habían recibido de parte de la Dirección de Inteligencia de Ejército (conducción en poder del General César Milani) una simple planilla en formato Excel con los nuevos haberes a liquidar pero sin firma de responsable alguno. Y que, sin importar que el Milani "se crea Julio César, o Marco Antonio", ellos -es decir, la Caja de Retiros-, están imposibilitados de trabajar sobre algo que "no firma nadie" y que no está avalado por decreto alguno.
Sería, pues, deseable que el Señor Ministro de Defensa, Agustín Rossi, tome debida nota del proceder del personal administrativo que depende del General Milani y de su inoperancia en todos los órdenes y sentidos. Si uno fuera un mal pensado -que no lo es-, podría suponer que demorar un par de meses una partida podría perfectamente dar espacio para alguna pequeña renta en dólares. Al menos, a los efectos de abonar las tareas de manutención de la mansión de La Horqueta...
El desprolijo General Milani, al parecer, obra así desde los tiempos de su pubertad y comparte dotes de adivinación. Las que supo demostrar ante el caso de la desaparición de su asistente personal, el soldado conscripto Agapito Ledo. Tal lo cita el matutino La Nación en su artículo del día de la fecha (hacer click sobre el texto, intitulado
"Caso Ledo: una detención podría complicar judicialmente a Milani", en
http://www.lanacion.com.ar/1608859-caso-ledo-una-detencion-podria-complicar-judicialmente-a-milani).
"Sin embargo, hay unas contradicciones en el acta de deserción de Ledo que podrían jugar en contra del actual jefe del Ejército. Milani firmó el acta de deserción el 29 de junio a las 10hs, en teoría ocho horas y media antes de que Sanguinetti le elevara las actuaciones de deserción, cosa que ocurrió el día 29, a las 18.30."
Retomando el tema que nos ocupa...
Existe otra anomalía, detectada en las liquidaciones en las diferentes Fuerzas Armadas y de Seguridad. El aumento del 12%, al ser acumulativo en Prefectura Naval, Gendarmería Nacional o Policía Federal, representa, en rigor, un 15,18 %, fijando el sueldo de un Suboficial Mayor en la suma de 5.806 pesos; en el haber básico en esas fuerzas, y con la misma jerarquía, un Suboficial Mayor de las FF.AA. percibe un básico de 5.581 pesos.
Todos los detalles precedentemente citados, son parte de los servicios que obsecuentemente brinda el presunto Genocida General Milani al modelo Nac&Pop.
El General también puede contar entre sus logros la confección de misteriosas ecuaciones cuya genialidad superan los resultados compartidos por el cerebro del matemático John Nash. Milani ha logrado que los retroactivos en los juicios del personal y actualización de haberes, devuelvan suma cero de deuda o liquidación.
Nos comentaba hace pocos días un letrado de nuestro conocimiento -lleva adelante demandas salariales contra las FF. AA.- que el denominado Fallo Zanotti de la Corte Suprema de Justicia parecía copia fiel de un paper elaborado por el propio César Milani. En apariencia, el General tiene por costumbre dictarle fallos al mismísimo máximo tribunal.
Los juicios por haberes mal liquidados proseguirán su curso, y las sumas "No Bonificables Ni Remunerativas" aún en vigencia y que representan un 40% aproximado del salario, darán lugar a nuevas demandas.
Recuerde General que, como solía decir el filósofo latino Séneca, "Todo poder excesivo dura poco". Tome nota: los delitos de lesa humanidad no prescriben, ante los ojos del modelo.
Usted también pertenece a la órbita de los descartables en esta historia porque, ¿quién sabe qué será de Usted cuando su utilidad llegue a término? Lo más probable -así lo explican determinados reglamentos- es que exhale su último suspiro en el denominado "pabellón de lesa" del penal de Bouwer, en su Provincia de Córdoba natal. Jurisdicción del Tercer Cuerpo de Ejército.