Soy un pelotudo (al que le interesa el país)
Porque, según el colaborador de la ex SIDE y operador mediático kirchnerista, Señor Luis Ventura, todos los ciudadanos que seguimos atentamente las emisiones de PPT -Periodismo Para Todos...
10 de Septiembre de 2013
Porque, según el colaborador de la ex SIDE y operador mediático kirchnerista, Señor Luis Ventura, todos los ciudadanos que seguimos atentamente las emisiones de PPT -Periodismo Para Todos- los días domingo merecemos ese mote y calificativo, es que he buscado, en esta sencilla columna, explicar mi grado de idiocia. El que me convierte en un pelotudo que come carne podrida todos los domingos.
Así es que me creí ingenuamente manipulado por Jorge Lanata, cuando relató que un señor cajero bancario en una remota provincia se convirtió en un self-made man y amasó una gruesa fortuna con obra pública. Dinero que, entre otros milagros, le permitió construir sociedades comerciales en paraísos fiscales.
Así también, me digerí que un funcionario público -Secretario de Transporte-, con un sueldo de unos 10 mil pesos, pudo alquilarse un piso en Avenida Libertador (el alquiler le demandaba su salario total), pudo comprar un yate de un millón de dólares, un LearJet y viajar como estrella de rock. Adquirió unas cuántas propiedades aquí y en Brasil, lo que exhibe que 10 mil pesos bien administrados son, en verdad, mucho dinero; lógicamente, semejante accionar corrupto terminó derivando en la muerte de ciudadanos en la estación Once. Pero este episodio, para Ricardo Jaime, apenas es un mero detalle.
De igual manera, el Gran Hermano orwelliano Lanata -accionando a distancia sobre mi cerebro- logró que se agudizara mi grado de pelotudez a incalculable potencia, y "compré" la falacia del enriquecimiento ilícito de un Jefe de Ejército, el General Gerardo Jesús del Corazón Milani, en este caso. Personaje que, gracias a un sueldo en blanco de 14 mil pesos, pudo hacerse de una mansión en La Horqueta, valuada aproximadamente en un millón de dólares. Siendo que soy tan pelotudo, esta novedad me representó un disgusto con mi esposa, pues me decidí a exigirle una administración similar a la de la esposa del citado General.
También respecto de Milani, le "compré" al fabulador Jorge Lanata su investigación sobre la desaparición del soldado Agapito Ledo, quien fuera asistente personal del General durante los años de plomo. Dado que, de este tema, algo conozco, consideré que un oficial jamás se olvida de su asistente en medio de un teatro de operaciones pero, en fin; el General César Milani parece haber sido visitado -demasiado convenientemente- por el Doctor Alzheimer. Pero tengamos en cuenta que, quien escribe estas líneas, tampoco se caracteriza por sus luces: es que soy un pelotudo.
Como televidente, se ve que puedo afectar el turismo y, comprobada mi escasa capacidad monetaria, en mi calidad de pelotudo me entusiasmé mirando el programa sobre la visita presidencial a Islas Seychelles. Paraíso al que, como es obvio, me está imposibilitado acceder; fue así como comprobé que las escalas técnicas de un jet de empresa inglesa de aviación privada demora unas dieciséis (16) horas promedio en reabastecerse, consulté a unos amigos pelotudos que he conocido en la Fuera Aérea y me respondieron: -Tenés razón; sos un reverendo pelotudo.
En definitivia, muchas gracias, Señor Ventura, por el acertado diagnóstico que ha ofrecido Usted sobre mi persona. Solo un pelotudo como quien escribe podría dedicarle tiempo a un lavador de cerebros como Lanata, y prestar atención a los negociados y al uso y cooptación de los derechos humanos con la confesa finalidad de poder concretar este gigantesco latrocinio sin molestia alguna. Ya lo dijo la venerable abuelita Estela Barnes de Carloto: Milani es bueno; pero Milani también dijo que "el Nunca Más está plagado de mentiras". O sea que, en su visión, está bien desaparecer personas. O, como lo pronunciara en su momento Groucho Marx, "Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros"...