Obamacare y su impacto en los hispanos residentes en Estados Unidos

Esto es algo que, de seguro, Usted no oirá en los medios de comunicación hispanos, en los principales medios de comunicación generalistas, ni en las comunicaciones oficiales de la Casa Blanca: Entre los muchos efectos colaterales de Obamacare, figuran sus efectos adversos sobre los hispanos.
 

Esto se debe a que la población hispana es una de las más jóvenes, lo que se suma al impacto de Obamacare sobre los sectores del comercio minorista y mayorista que emplean a muchos ciudadanos estadounidenses de origen hispano.
 

Tanto el comercio minorista como el mayorista se verán especialmente afectados por Obamacare ya que, conforme lo ha explicitado una empresa consultora, "puede que los empleadores que actualmente estén ofreciendo cobertura a todos sus empleados que trabajan al menos treinta horas semanales se muestren en favor de modificar sus estrategias laborales, de tal suerte que el número de empleados que superan ese umbral sea menor".
 

Pero Usted no debería esperar un comunicado de prensa acerca de un hecho tan negativo, considerando que el índice de desempleo nacional entre los hispanos se exhibe más elevado que el promedio nacional, alcanzando casi el 10%. Haga caso omiso de quienes, de forma callada, le recuerdan a Usted que los comercios minoristas y los hospitales están despidiendo a sus trabajadores y que eliminan la cobertura de sus empleados a tiempo parcial. No preste atención a las exenciones para los sindicatos y los miembros del Congreso, o al hecho de que un senador del mismo partido del presidente describiera Obamacare como un “desastre”.
 

Es más, considerando que el 65% de los hispanos pertenece a la Generación Y, éstos deben prepararse para pagar más para cubrir los costos de los ciudadanos estadounidenses más ricos. Es probable que las primas se incrementen un 169% de promedio para los jóvenes, mientras que las personas mayores pagarán en torno a un 22% menos, según Generation Opportunity, una organización nacional comprometida con el fomento de la libertad entre los jóvenes de los Estados Unidos.
 

Como muy acertadamente lo describiera Stephen Moore en un reciente artículo publicado en el Wall Street Journal, las políticas de actuación del presidente Barack Obama están afectando sobre todo a sus propios votantes. Aún cuando los hispanos votaron de forma mayoritaria para reelegir a Obama como jefe de Estado, los ingresos de cabezas de familia hispanos se han precipitado en un 4.5% desde 2009, de acuerdo a los consultores de Sentier, luego de analizar el Estudio de Población Actual de la Oficina del Censo.
 

Amén de contribuir al déficit federal, Obamacare tiene, seguramente, gran parte de culpa a la hora de analizar por qué la economía estadounidense no está creciendo. Como de forma igualmente acertada expone mi colega Ed Haislmaier: "Si Usted desea tener un trabajo reducido, un sueldo más bajo y sufrir un estancamiento económico, [Obamacare] es un magnífico modo de conseguirlo".
 

Cuestión que queda confirmada por otro reciente estudio de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, que demostraba que el 74% de los propietarios de pequeñas empresas se está preparando para reducir las horas de trabajo, despedir trabajadores, o ambas cosas. Este revelador descubrimiento se comprende mejor cuando se tiene en cuenta que Obamacare continuará suponiendo una carga para las empresas, con un aumento de los costos necesarios para el cumplimiento de las regulaciones, además de incrementar el impuesto sobre la nómina destinado a Medicare y de establecer un nuevo impuesto suplementario para Medicare, como se explicaba en el Informe Temático de la Fundación Heritage.
 

Evidentemente, esto no facilitará las cosas para las empresas en manos de hispanos, que casi han duplicado su número durante la pasada década.
 

Los hispanos, como todos los ciudadanos de los Estados Unidos, están buscando una oportunidad para llevar una vida honrada gracias un buen empleo. Por lo tanto, se trata de algo realmente perjudicial que el logro legislativo estrella del presidente Obama sea el mayor impedimento jamás creado en perjuicio del crecimiento de nuestra economía y de la creación de empleo. Es de esperarse que la comunidad hispana comprenda pronto esta terrible realidad.